Los deportistas fueron decisivos en el inicio de la resistencia de Ucrania contra la invasión de Rusia. Según el gobierno que lidera Volodímir Zelenski, más de 400, de distintas categorías, han caído en el frente. Más allá de su colaboración activa en el conflicto, han ejercido de portavoces internacionales de la causa ucraniana, bloqueando y denunciando la participación de atletas rusos en diferentes competiciones. Una de las más activas en este sentido es Elina Svitolina, la tenista que mayor carrera ha hecho en su país, quien llegó a ser número 3 del ranking WTA (ahora es 24), y quien estos días realiza maniobras militares en Járkov, una de las zonas calientes de la entente armada.
Járkov, la ciudad que nunca quiso abandonar
Svitolina publicó en sus redes sociales fotos suyas con uniforme militar empuñando diferentes tipos de arma: desde una ametralladora a un lanzacohetes. Acompañó las imágenes de un mensaje de apoyo para el ejército de su país y especialmente para Járkov, donde dio sus primeros pasos como tenista, una ciudad «que siempre tendrá un lugar especial en mi corazón, mi hogar cuando comencé mi carrera con 12 años y la ciudad que sigue brindando calidez y protección durante la guerra«.
Su instrucción formó parte de un entrenamiento realizado para civiles en el campo de tiro de Járkov por parte de las fuerzas armadas ucranianas. Proporcionan a los civiles conocimientos básicos en caso de tener que defender sus hogares, y reciben formación en manejo de armas, táctica, ingeniería o fuego. También dominan la medicina táctica, que les permite prestarse primeros auxilios a sí mismos y a los demás, evacuar a los heridos. En 2024, más de 600 civiles concluyeron la formación y otros 300 la cursan actualmente.
La ucraniana se anticipa a las preguntas que puede recibir por cómo ella ve un conflicto enquistado que va camino de cumplir su tercer año. «Si me preguntan dónde encuentro la motivación para luchar en las pistas, esta sin duda está en mi país, mi gente, mi Járkov y nuestros héroes», defienda una tenista que debutó y ganó con apenas 15 años en el Roland Garros juvenil femenino. En su carrera ha conquistado 17 títulos WTA y fue bronce olímpico con Ucrania en los JJOO de Tokio 2020. Es uno de los méritos de los que más orgullosa se siente, por el valor simbólico y nacional de la gesta.
El desplante a la bielorrusa Sabalenka en Roland Garros
Se da la circunstancia de que Svitolina ha querido mantener siempre su residencia en Járkov, a pesar de que resida la mayor parte del tiempo en Londres. Un símbolo de resistencia en una zona, la suya, que es rusófona. De hecho, a pesar de la similitud de ambas lenguas, la tenista tuvo que aprender ucraniano. Como ahora le ha ocurrido a las atletas rusas, a Svitolina le ofrecieron «grandes sumas de dinero», según confesó, por cambiar de nacionalidad en el pasado, algo que siempre ha rechazado por principios.
Svitolina, ahora número 23 del mundo, ha estado inmersa en un carrusel de emociones desde la invasión de Rusia de territorio ucraniano. En 2023 regresaba al circuito de la WTA tras su baja de maternidad y llegó a alcanzar las semifinales de Wimbledon. La situación que atraviesa su país ha mermado su actividad, aunque no su compromiso, que siempre ha sido decididamente contrario a la participación de los deportistas rusos. Independientemente de si lo hacen con bandera neutral, una condición que obligatoriamente ha tenido que adaptar la bielorrusa Aryna Sabalenka, número 1 del mundo.
Ambas se vieron las caras en 2023 en los cuartos de final de Roland Garros. Svitolina se negó a darle la mano a Sabalenka tras perder por un doble 6-4. Una negativa que generó abucheos para la ucraniana por parte del público de París. Consideraron su reacción inesperada, porque Svitolina era la favorita del público francés, que, huérfano de tenistas locales, abrazó a la que es esposa del tenista galo Gael Monfils.
«¿Qué le diría a Putin? No negocio con terroristas»
«Realmente pienso que el tenis, no solo el tenis, sino el deporte en general, no tiene nada que ver con la política, pero si todos se sienten mejor de esta manera, entonces está bien. Quiero decir, no tengo control sobre eso. ¿Qué puedo decir?«, criticó ese mismo año Sabalenka sobre la forzada neutralidad de ocultar las banderas. Por eso Svitolina ha considerado siempre que esta medida es un maquillaje y ha pedido una censura más efectiva sobre los atletas que no condenan firmemente un conflicto que con el paso del tiempo también se ha ido resquebrajando.
En diferentes federaciones se ha abierto el debate sobre si los atletas o los equipos rusos deberían regresar a las competiciones internacionales con su condición nacional. Se exponen otros conflictos que se están produciendo, como el de Israel y Palestina, pero por el momento el muro levantado contra Rusia y sus representantes se mantiene. Como el compromiso de Svitolina con Ucrania, quien a través de su fundación ha asumido la dirección del equipo femenino que compitió en la Billie Jean King Cup -la Davis femenina- y ha financiado una clínica para atender a niños víctimas de la guerra.
«¿Cómo va a ser justo que compitan los atletas rusos cuando han sometido a los ucranianos a una enorme desventaja? Nuestros deportistas han estado yendo al frente para protegernos a nosotros y nuestra forma de vida, en lugar de entrenar para los Juegos Olímpicos», criticaba en una entrevista concedida a Time antes de París 2024, donde cayó en tercera ronda ante la checa Krejcíkova, en la que se le preguntó qué le diría a Vladímir Putin si pudiera tenerle enfrente: «No negocio con terroristas, no hay nada que pueda o tenga que decirle».