Con el telón de fondo de las amenazas del nuevo presidente estadounidense Donald Trump de aranceles adicionales a los productos que llegan a EEUU desde otros países, Felipe VI ha dedicado este jueves, último día de su gira en Italia, unas palabras al libre mercado. «La crisis de suministros, la agresión a Ucrania o el conflicto en Oriente Próximo […] han puesto a dura prueba nuestras economías», ha afirmado, al añadir que precisamente «estos desafíos nos invitan a trabajar de manera conjunta, coordinada y solidaria, evitando las siempre presentes tentaciones proteccionistas«. Y esto porque ha sido «el marco multilateral el que ha permitido una expansión [económica] sin precedentes y un alto grado de desarrollo del Estado de Bienestar«, ha opinado.
Hablando ante empresarios italianos y españoles en un acto en Roma, Felipe VI ha instado a «trabajar con rigor, audacia y sentido común para no perderlo, para no desandar el camino, y sí transitar hacia nuevas etapas de estabilidad, progreso y bienestar». «Es mucho lo que hemos conseguido y un motivo para sentirnos satisfechos, pero no para conformarnos«, ha subrayado.
Con ello, ha defendido asimismo que las políticas públicas que sean «motor de crecimiento y estabilidad», y que puedan «reducir los riesgos empresariales, fomentar la competitividad y garantizar la adaptación a los cambios rápidos en el entorno económico global”. Pero también ha insistido en que «gran parte del esfuerzo recae sobre las empresas, que tienen que adaptarse y prosperar en este escenario complejo, lleno de incertidumbre y marcado por grandes desafíos geopolíticos y económicos, lo que os plantea retos, pero también oportunidades».
Legado borbónico
El rey español, que en la primera parte de la jornada tuvo una agenda separada a la de la reina Letizia —la cual en la mañana se reunió con algunos funcionarios españoles que trabajan en la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, la FAO—, se ha expresado de esta manera poco antes de trasladarse a Nápoles. Allí Felipe ha concluido su visita a Italia con la ceremonia en la que fue investido doctor honoris causa por la Universidad Federico II, especializada en cultura árabe.
En la capital de la región de Campania, con un discurso repleto de referencias históricas, Felipe VI ha recordado los lazos que unen a la ciudad con la dinastía borbónica, que reinó por unos 130 años y cuyo legado en el pasado no fue siempre bien visto en Italia. «El paso de los años fue hibridando nuestras culturas de tal modo que hay personajes sobresalientes que solo se entienden a la luz de ese vínculo común», ha reivindicado el rey español. «Por esta ciudad han pasado españoles notables como Juan de Valdés, Cervantes, Quevedo, Saavedra Fajardo, y, por supuesto, José de Ribera», ha concluido.