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Casi diez años después de la crisis de acogida que llevó a la Unión Europea al límite, la caída del régimen de Bashar el Asad abre una nueva etapa para Siria, y también para los miles de refugiados que huyeron a Europa ante el estallido de la guerra, pero, la Comisión cree que es pronto para hablar de retornos forzados.
“Por el momento, diría que los retornos forzados no son posibles”, dijo Magnus Brunner, el Comisario Europeo de Interior y Migración, tras su primera reunión de ministros en el cargo, “es importante que sigamos el consejo de ACNUR” (siglas de Alto Comisariado de la ONU para los Refugiados). Brunner aseguró que la Comisión sigue de cerca la situación en el terreno, particularmente en las fronteras.
Los ministros de Interior de la UE discutieron la cuestión durante un almuerzo de trabajo en Bruselas. Según fuentes diplomáticas, el mensaje principal es de precaución. Hay que seguir de cerca la evolución de la situación en el país, valorarla y, sobre todo, no tomar decisiones precipitadas sobre los retornos. Una visión que comparte la mayoría de países y también la Comisión.
“Ahora mismo la situación es bastante volátil. Hay, digamos, oportunidades, pero también riesgos”, explicó Brummer. “Aunque la transferencia de poder ha sido pacífica, sabemos poco de la dirección y de la estrategia de los nuevos actores”, reconoció el comisario. La situación en Siria estará sobre la mesa también el lunes cuando se reúnan los ministros de Exteriores de la UE en Bruselas.
Sí a los retornos voluntarios
Aunque Brunner reconoció que no tienen cifras de cuantas personas tienen intención de volver o han vuelto a Siria, aseguró que varios ministros dijeron saber de muchos casos de personas que se plantean el regreso. “Unos hablan de dos, otros, de 200”, dijo el comisario que alegó que las imágenes de personas celebrando la caída de Asad en las capitales europeas le hace “optimista”.
La volatilidad de la situación, sin embargo, hace que Brunner crea que es pronto para sacar conclusiones sobre el futuro de los sirios que viven en territorio europeo, aunque considera que el foco debe estar ahora en los retornos voluntarios, “esto puede ser atractivo para muchos sirios”. El viernes tendrá lugar una reunión de los 27 a nivel técnico en la que participarán los la Comisión, el Servicio de Acción Exterior y representantes de ACNUR para seguir evaluando la situación y coordinando una posible respuesta.
En 2015, más de un millón de personas llegaron a Europa buscando asilo. La mayoría, sirios. La gravedad de la situación en el país, la política entonces de puertas abiertas de Alemania, y la falta de controles fronterizos, hizo que miles de personas se jugaran la vida para buscar refugio. Casi diez años después, la caída del régimen de Bashar el Asad abre una nueva etapa, para Siria y, previsiblemente, para Europa.
Tras la caída de Asad, Austria, Bélgica, Finlandia, Irlanda, Suecia, Grecia o Alemania, donde reside una parte importante de la diáspora, decidieron suspender las solicitudes de asilo en curso de ciudadanos sirios. Una medida que la Comisión Europea no ha entrado a valorar.
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