Carmen Weiler (Bangkok, Tailandia, 2004) mostraba una tímida sonría y dedicaba un gesto cariñoso a la cámara antes de afrontar la final del 200 espalda de los Mundiales de piscina corta de Budapest, prueba que iba a confirmar la ilusión desarrollada a su vera. Concluyó quinta (2:02.26, a una décima del récord de España que había batido por la mañana en las series dejando atrás la marca de Duane da Rocha en 2011), pero se demostró a sí misma que las más grandes ya no quedan tan lejos.
Su ímpetu, desde una calle tres en la que iba a quedar encerrada entre la estadounidense Regan Smith (portentoso récord del mundo con 1:58.04) y la robótica canadiense Summer McIntosh (1:59.96, récord mundial júnior), le permitió llegar a los 100 primeros metros en disposición de pelear por las medallas. Pese a que los últimos virajes se le hicieron más largos, Weiler no perdería nunca la compostura. Y concluiría una participación en Budapest en la que ha roto ocho récords de España (cuatro individuales, uno en los 50 espalda, dos en los 200 espalda y uno en el 200 espalda), además de concluir séptima en la otra final que disputó en la rápida piscina del Duna Arena, la del 100 espalda (la prueba en la que finalizó novena en los pasados Juegos Olímpicos de París).
Estudiante de Biología
Weiler, hija de una valenciana y un alemán, nacida en Bangkok y criada en Singapur, ha evolucionado sobremanera bajo la tutela en la Universidad de Virginia de Sergi López, bronce en Seúl 88 en 200 braza. Weiler, estudiante de Biología, ya logró ser campeona de Europa júnior en 2021 en los 100 espalda.
Esta nueva era de la natación española bajo el mando de Santi Veiga, quien ha asumido el reto de pasar página a la etapa británica después de la salida tras los Juegos de París de Sean Kelly, está sirviendo para que los jóvenes comiencen a demostrar su valía. Emma Carrasco, de 18 años, fue octava en una final de los 400 estilos en que se mantuvo en buenas posiciones hasta el mismo ecuador; en el relevo mixto del 4×100 estilos los españoles habían concluido sextos en la final del sábado; y, claro, el tarraconense Carles Coll (23 años) –también entrenado por Sergi López en Virginia– logró un histórico oro mundial en el 200 braza el pasado viernes. El periplo húngaro permite intuir cierta restitución tras la decepción olímpica en París donde Hugo González –ausente en Budapest– centralizó el pesar.
Los siere oros de Gretchen Walsh
Muchas de las estrellas que dejaron pasar este Mundial de piscina corta quizá debieron revolverse al ver cómo los récords del mundo se han amontonado en la piscina más rápida del mundo. El estadounidense Luke Hobson asombró batiendo su récord del mundo del 200 libre (1:38.61). Y la estadounidense Gretchen Walsh se hizo con siete oros, atrapando este domingo también los récords del mundo en los 50 libres (22.83) y el relevo mixto del 4×100 (3:25.01), la undécima marca mundial (nueve individuales)que batía en los campeonatos. Y todo, con una sonrisa luminosa al verse como la mejor velocista del mundo: «Vine a pasarlo bien».