El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha asegurado que Occidente no tiene «ninguna posibillidad» de interceptar el nuevo misil balístico ‘Oreshnik’, usado contra Ucrania en noviembre. «Hagamos un experimento, un duelo», elijamos un objetivo en Kiev, llevemos allí las defensas aéreas occidentales y veamos si son capaces de interceptarlo», ha dicho el mandatario ruso en su rueda de prensa anual. Que concentren allí todas sus sistemas antiaéreos y antimisiles. Y nosotros atacaremos con (un misil) ‘Oreshnik’. Y veremos qué es lo que pasa. Nosotros estamos preparados para ese experimento», añadió.
El arma, cuando se utilizó en Ucrania en noviembre, viaja a una velocidad equivalente a 10 veces la velocidad del sonido y el presidente ruso asegura que «actualmente no hay formas de contrarrestar esta arma».
Con respecto a la guerra en Ucrania, el presidente aseguró este jueves que desconoce cuánto más durará la campaña militar rusa en Ucrania, aunque destacó que Moscú está cada vez más cerca de conseguir sus objetivos en el campo de batalla.
Cambios en el frente
Durante su conferencia de prensa anual, Putin afirmó que la situación en el frente está cambiando «radicalmente» y las tropas rusas conquistan «kilómetros cuadrados diariamente», pero no se atrevió a pronosticar la duración de la guerra en el país vecino.
Putin considera que la economía rusa se ha mantenido estable, aunque ha existido un cierto recalentamiento que estaba sembrando una elevada inflación. En su intervención en la conferencia de prensa anual, el presidente ruso ha augurado que la economía podría crecer un 4% aunque la inflación siga siendo un dato preocupante.