El presidente ruso, Vladímir Putin, celebró este jueves su macrorrueda de prensa anual, un evento que se ha celebrado en 18 ocasiones durante los últimos 25 años y que suele durar entre tres y cuatro horas. Es una suerte de resumen del año y una demostración de autoridad del líder ruso de cara al público. En esta ocasión, el acto le sirvió para adelantar que Rusia seguirá en 2025 luchando en Ucrania hasta conseguir una paz que sirva a sus intereses. «No necesitamos una tregua, necesitamos paz: una paz sólida y a largo plazo con garantías para la Federación de Rusia y sus ciudadanos», fueron las palabras del mandatario.
«Nuestro Ejército avanza, el enemigo no puede mantener su posición, parar significa permitir al enemigo reforzarse», justificó Putin, argumentando el porqué no busca ni treguas ni altos al fuego. Esas garantías que exige el líder del Kremlin tocarían temas como la neutralidad de Ucrania en el futuro y la permanencia de las regiones ocupadas ucranianas dentro de Rusia, tal y como expresó el oficialismo en otras ocasiones. Añadió que la situación en el frente está cambiando «radicalmente» y las tropas rusas conquistan «kilómetros cuadrados diariamente».
También aprovechó para sacar pecho y desafiar a Occidente con el misil Oreshnik, un arma recientemente incorporada al arsenal ruso. Apuntó que el armamento de la OTAN «no tiene ninguna posibilidad» de interceptar el nuevo misil balístico, que usó recientemente en territorio ucraniano. Su planteamiento fue simple. «Hagamos un experimento, un duelo, elijamos un objetivo en Kiev, llevemos allí las defensas aéreas occidentales y veamos si son capaces de interceptarlo», apostilló.
Asimismo, criticó la legitimidad de su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, que en el inicio de la guerra canceló el proceso electoral debido a la invasión. Reivindicó la voluntad de Rusia de negociar con Kiev, pero puso condiciones. «Si alguien se presenta a las elecciones y gana legitimidad en las urnas, hablaremos con cualquiera, incluso con Zelenski», aseguró. Putin ganó las presidenciales sin ninguna dificultad en marzo de 2024, a pesar de las críticas de falta de competencia real tanto de la oposición en el exilio como de la comunidad internacional.
Frente económico
Otro de los temas más importantes y que más preocupa a los rusos es el de la economía. La inflación es un tema acuciante, y donde más se ha notado es en los alimentos. De acuerdo con medios rusos, el incremento de precios ha oscilado en el último año entre un 50 y un 100%, algo que se notó especialmente en productos como los huevos, la carne y la fruta. Además, el valor del rublo respecto al euro se situó en torno a los 110 por cada euro, cuando antes de la guerra raramente subía por encima de los 90. Aun así, Putin consideró que la economía rusa se ha mantenido estable, aunque admitió que ha habido un cierto recalentamiento que estaba impulsando esta elevada inflación.
Una de las mayores fuentes de ingresos del país euroasiático y uno de sus principales salvavidas es la venta de hidrocarburos, algo que Ucrania quería combatir parando el flujo de los gaseoductos de la estatal del gas Gazprom el 1 de enero de 2025. Putin sacó pecho asegurando que la empresa «sobrevivirá» a dicha iniciativa y seguirá vendiendo a consumidores europeos. El mandatario también comentó que la economía rusa sobrevive a pesar de las sanciones, que él mismo cifró en «más de 40.000».
Mirando a la arena internacional
Durante la rueda de prensa, Putin también habló de la relación de su país con otros estados. Donald Trump aseguró en campaña electoral que podría conseguir un acuerdo de paz entre Ucrania y Rusia en cuestión de horas. El mandatario ruso ve con buenos ojos el regreso del magnate neoyorquino a la Casa Blanca y reafirmó este jueves que está preparado para charlar con él. «Estoy listo, por supuesto», respondió cuando se le preguntó por ello. Añadió que ambos líderes tendrían «mucho de qué hablar» y que Rusia está lista para «negociaciones y compromisos».
Otro de los hombres cercanos a Putin es Xi Jinping, el presidente chino. Aunque la relación entre Pekín y Moscú siempre tiene un punto de tensión, la guerra rusoucraniana les ha acercado por intereses económicos principalmente. «Coordinamos con China muy a menudo, casi siempre, nuestras acciones en la arena internacional. Se trata de un elemento muy importante de la vida internacional», aseveró. Incluso aprovechó esa intervención para usar la palabra «amigo» para referirse a su homólogo chino, al que le mandó sus mejores saludos.