Al menos 25 personas han perdido la vida después de que varios individuos armados no identificados atacaron anoche siete aldeas en la región de Bandiagara, en el centro del país. Según han informado fuentes locales, los supuestos yihadistas atacaron en la noche del viernes las aldeas a bordo de motos y triciclos eléctricos, quemaron comercios y graneros y robaron cereales, animales y motos.
Los pueblos atacados, donde vive la etnia donso (tradicionales cazadores), son Madina, Banguel Toupé, Gaza, Massasegué, Sonfounou, Irguelou y Bourari, en esta última aldea se contabilizan al menos quince muertos. Según las fuentes, los supuestos yihadistas habitualmente atacan a los donso y los efectivos de las Fuerzas de Defensa y Seguridad malienses, pero pueden a veces asaltar pueblos con los que firmaron acuerdos a cambio de pagar un impuesto religioso para no ser atacados.
Ninguna fuente oficial maliense se ha pronunciado hasta ahora sobre el ataque.
Inestable región
Este país de la inestable región del Sahel está gobernado desde 2020 por una junta militar que hasta ahora no ha ofrecido una fecha para la celebración de elecciones, en un contexto marcado por la inestabilidad y la fuerte violencia que sufre el país hace más de una década por la actuación de grupos yihadistas locales leales a Al Qaeda y al Estado Islámico.
A esto se añade la reanudación hace más de un año de los enfrentamientos en el norte del país entre el Ejército maliense -apoyado por la compañía mercenaria rusa Wagner– y los rebeldes independentistas -dominados por los tuaregs y los árabes-, que aspiran a reclamar un nuevo Estado en la extensa zona desértica del Azawad.