La Rod Laver Arena fue testigo hace justamente un año de la consagración del nuevo líder del circuito. Jannik Sinner estrenó su palmarés de Grand Slam con una remontada para el recuerdo ante Daniil Medvedev para redondear su primera gran gesta en el que fue el inicio de un año pletórico deportivamente.
Nueve títulos en total, entre los que se destacan el US Open, las ATP Finals y la Copa Davis, donde volvió a conducir a Italia a la gloria. Un año para enmarcar, que no será recordado por nada de eso. El pasado 20 de agosto, salía a la luz un positivo en Clostebol del tenista italiano durante el Masters 1000 de Indian Wells. Un hecho que le ha ido poniendo cada vez más en el ojo del huracán.
La ITIA (Agencia Internacional de Integridad del Tenis) decidió dar por cerrado el caso sin sanción alguna al considerarse una cantidad sin efectos en su rendimiento deportivo, algo que meses más tarde contradiría la Agencia Mundial Antidopaje argumentando «la conclusión de ‘ausencia de culpa o negligencia’ no era correcta según las normas aplicables» y poniendo sobre la mesa una posible suspensión de entre uno y dos años.
La decisión podría alargarse todavía unos meses y se espera que sea tras la disputa del Open de Australia, en febrero, cuando el TAS inicie las audiencias. Pero para Sinner la espera no será solo un sufrimiento interno, sino que en Melbourne puede acusar como nunca hasta ahora los efectos públicos del caso.
KYRGIOS, EL GRAN ENEMIGO
En la gira asiática, el US Open y las finales ATP y de la Copa Davis, el italiano supo gestionarlo a las mil maravillas, aunque bien es cierto que todo ello poco a poco fue quedando en un segundo plano. Pero justo antes de iniciarse la temporada, el revuelo volvió a coger fuerza, generado en gran parte por el jugador más crítico desde que estallara la noticia del positivo, Nick Kyrgios.
El australiano, que regresa tras un año inactivo por lesión, ha aprovechado su vuelta para atizar de lo lindo a Sinner y al ‘no castigo‘ por parte de las autoridades, poniendo de nuevo en el foco al jugador. Una vez te han pillado no puedes actuar como si fueras la víctima… a tu equipo lo contratas tú. Eso es lo que me cabrea. Tanto Iga como Jannik son malos, no se trata sobre cuál es peor en mi opinión», apuntó Nick en unas declaraciones previas a su presencia en el torneo de Brisbane.
Lejos de poner solo en valor su desacuerdo con lo sucedido, Kyrgios trató de echar todavía más la gente encima de Sinner e incluso aseguró que de encontrarse en su camino en Melbourne Park, no dudaría en echarle toda la gente encima. «Me aseguraré de que toda la grada se le eche encima. Sería un caos total, todo el respeto se iría por la ventana e intentaría cualquier cosa por ganarle».
Sin duda, nada de buenas noticias para Sinner, puesto que Kyrgios pese a sus constantes polémicas es un jugador querido y respetado en Australia y al que mucha gente apoya, por lo que su opinión puede hacer que el ambiente contra el italiano termine siendo un infierno para él. Y por si fuera poco, a las declaraciones de Kyrgios se le han sumado muchos otros jugadores, mostrando su respaldo, eso sí, sin atacar de medida tan desmesurada a Sinner.
El más relevante, Novak Djokovic, que se posicionó del lado del australiano. «Me he sentido realmente frustrado, como la mayoría de los demás jugadores, al ver que se nos mantuvo a oscuras durante cinco meses desde que recibió esa noticia» aseguró el serbio.
«No cuestiono si se tomó la sustancia prohibida intencionadamente o no. Creo en un deporte limpio, creo que el jugador hará todo lo posible para jugar limpio, pero me he sentido realmente frustrado, como la mayoría de los demás jugadores, al ver que se nos mantuvo a oscuras durante cinco meses desde que recibió esa noticia. No es una buena imagen para nuestro deporte»
FAVORITO INDISCUTIBLE
Sin duda, nada de ello ayuda a un Jannik Sinner que por si fuera poco, deberá defender por primera vez en su carrera un gran título conseguido. El gran año 2024 le exige al número uno mundial una concentración y un nivel excelso para poder defender todo lo conseguido, algo a lo que buen seguro no ayuda este revuelo de nuevo generado. Él mismo ya asumió en el tramo final de temporada que era difícil evadirse de todo ello, y pese a que mantiene el silencio tras todo lo sucedido de nuevo, su frialdad y tranquilidad siempre mostrada corre serio riesgo de romperse por completo.
Eso sí, a nivel deportivo no hay argumento que pueda cuestionar su favoritismo. 17 partidos consecutivos ganados desde su derrota en la final de Pekín ante Alcaraz el pasado 2 de octubre. Todos ello en pista rápida, donde ya demostró que acabar con él es toda una odisea.
En Melbourne llega sin haber jugado un solo torneo previo y lejos de los focos. Apenas se le ha podido ver en toda la pretemporada y en Australia, por el momento, se limita a entrenar y seguir con su puesta a punto. Será sin duda uno de los más deseados de escuchar en el Media Day, aunque a buen seguro que seguirá alejando cualquier distracción de su único objetivo, el de revalidar el título en Melbourne Park.