Albert Pinadell y Enric Rello hace tiempo, mucho tiempo, que no se extrañan de nada, absolutamente de nada, de lo que le está ocurriendo al FC Barcelona, presidido por Joan Laporta, en el aspecto financiero, económico y social. Es más, dirían que el caos detectado la pasada semana con la no inscripción inicial de los futbolistas Dani Olmo y Pau Víctor, podía haberse producido sobre cualquier otro tema delicado y de negocio, en los dos últimos años, dada la original y escasísima profesionalidad con la que se llevan las cuentas en el Barça.
Pinadell es un recién Graduado en ADE (Administración y Dirección de Empresa) por la Universidad Abat Oliba CEU y Rello es Doctor en Economía y Empresa, Master en Gestión Administrativa y Licenciado en Administración y Dirección de Empresas, en Derecho y Economía, que, además, ha sido el director del trabajo de fin de grado que Pinadell, que ha realizado y expuesto de forma sobresaliente sobre las cuentas del Barça de los últimos 10 años, es decir, del ‘bartolaportismo’. Por eso no se alarman ante el caos y el descontrol actual.
Todo un disparate
De este trabajo de casi 100 páginas se pueden obtener aspectos demoledores. En los últimos años, la situación económico-financiera del Barça ha sufrido un importante deterioro que le ha llevado a estar con fondos propios negativos, con las consecuentes tensiones financieras y dudas sobre su viabilidad. En ese sentido, una entidad deportiva con 125 años de historia y tras el ciclo deportivo más exitoso y con el nivel máximo de ingresos logrado nunca por una entidad deportiva (sin la pandemia, el Barça de Josep Maria Bartomeu hubiese coronado, sin problemas, los 1.000 millones de ingresos), afronta una situación financiera crítica y con dudas sobre su particular modelo de club.
“A nuestro entender”, comenta Pinadell, delante de un montón de folios, gráficos, estadísticas, datos y ‘PowerPoint’, ante la atenta mirada de Rello, “las conclusiones son muy diversas y de todo tipo, pero la más preocupante es que el Barça está muy, muy en peligro. No de desaparecer, por supuesto, sino de cambiar de manos, de propiedad, de modelo de club. ¿Por qué? Porque de la manera que se ha gestionado, especialmente en los últimos cuatro años, no vale hablar ya de la herencia del pasado y resulta muy cuestionable que se pueda devolver el préstamo asumido para construir el Espai Barça”.
“Si el FCBarcelona fuese una sociedad anónima o limitada, existiría riesgo de que sus administradores pudiesen tener responsabilidades ante un proceso concursal», señala el joven Albert Pinadell, licenciado en ADE y auditor, y Enric Rello, Doctor en Economía, director del estudio de la Universidad AbatOlivaCEU
“Si el FC Barcelona fuese una sociedad anónima o limitada”, señala Rello, “existiría un riesgo de que sus administradores pudiesen tener responsabilidades ante un proceso concursal. Ningún organismo, de los muchos que supervisan y controlan las cuentas de cualquier empresa, no importa su tamaño, hubiese dado, probablemente, el visto bueno a los balances que presenta el club. Ninguno. Hay falta de transparencia, ausencia de información, cierta omisión de datos y, sobre todo, una laxa forma en la manera de dar publicidad a las cifras económicas. Es sorprendente, de verdad, que las principales compañías de auditoría, que, ciertamente, tienen estrictos procedimientos de análisis y de revisión de las notas de los estados financieros, hayan admitido un nivel reducido de detalle en algunas de las notas a los estados financieros auditados del Barça”.
“Podemos poner diversos ejemplos, sobre todo, de la ausencia total de explicaciones”, añade Pinadell. “Por ejemplo, tanto en los números de la temporada 2021-22 como en la de 2022-23 existen dos apartados, que he llegado a la conclusión de que son auténticos ‘cajones de sastre’, que figuran con los nombres de ‘otros gastos de explotación’ y ‘otros gastos de gestión corriente’. En el primer apartado, de un año a otro, hay un incremento de 49 millones de euros y, en el segundo, ¡de 67 millones de euros! Y, en ningún rincón de la documentación publicada por el Barça existe una sola línea que explique con detenimiento por qué hay 116 millones de euros de diferencia, de desviación, de aumento. 116 millones de euros es una cantidad enorme y, sin explicación, aún más”.
Sin CEO ni director general
“Mire”, dice Pinadell, “el Barça es la única empresa, compañía, con casi 1.000 millones de euros de presupuesto, concretamente de 893, que no tiene CEO, ni Director General, ni Director Financiero. La única, se lo puedo asegurar. El club está gestionado por gente que ama a la entidad, no hay duda, pero sin conocimientos de Economía. Es, también, la única compañía que recibe un préstamo de aproximadamente 1.500 millones de una ‘PrivateEquity’ y no ofrece a sus dueños un solo dato de quienes son las entidades, bancos o fondos de inversión con los que ha cerrado esta cuantiosa deuda. Cuando buceas en las cuentas del Barça tienes hasta la sensación de que no hay nadie en el puente de mando de su economía”.
«En la documentación del Barça hay cosas tan increíbles y, sobre todo, ni explicadas ni documentadas, que existen, por ejemplo, dos partidas cuyos títulos son ‘otros gastos de explotación’ y ‘otros gastos de gestión corriente’ en las que el desvío, de un año a otro, es de ¡116 millones de euros!», explica sorprendido Pinadell
El símil de la ‘patada a seguir’ aparece en la conversación cada dos por tres. “El Barça no sabía cómo pagar el alquiler de la casa que tiene y se ha endeudado en una segunda residencia. Peor, se ha hecho construir el mayor de los palacios. ¿Qué sentido tiene eso?”, comenta Rello. “Todas las empresas, todas las compañías importantes”, añade Rello, “tienen lo que se llama un mapa de riesgos, es una especie de semáforo y la luz roja, la más importante, la que te tiene en alerta, es la que señala cómo mitigar que aumente el endeudamiento, fundamentalmente, para no poner en riesgo lo principal, en este caso, el club, la marca”.
“Pues bien”, sigue explicando Rello, que también es técnico tributario por el Instituto de Economía Pública, “Laporta ha disparado el riesgo de forma alarmante y preocupante al poner en marcha, innecesariamente porque se podía haber esperado unos años a que se recuperase la economía del club, el Espai Barça. Y lo ha hecho a un coste desorbitado. Endeudarse no es un problema, el problema es no poder devolver la deuda, ese es el problema. Y Laporta y su directiva han hecho unas estimaciones demasiado optimistas, poco realistas, sobre todo para cómo está el mundo y la economía, las guerras y la tremenda incertidumbre que hay en todos los rincones del planeta”.
Sabedores de que el economista Sala i Martin, asesor de cabecera de Joan Laporta, llegó a burlarse, en la última asamblea ordinaria de socios-compromisarios, del término ‘contabilidad’, Pinadell y Rello reflexionan sobre la importancia de este concepto. “Un principio básico de la contabilidad ante situaciones de incertidumbre”, exponen ambos al unísono, “es el principio de prudencia. Cuando tú tienes que estimar tus ingresos de futuro, cuánto ganarás y/o cobrarás, tienes que analizar si vivimos o no en un momento de incertidumbre. Y, en ese sentido, ¿está o no está el Barça en un momento de incertidumbre? Evidentemente lo está y muy alto, porque su deuda es desproporcionada (unos 3.000 millones de euros) y ni siquiera puede inscribir a sus futbolistas. ¿El mundo, en general, se encuentra en un momento de incertidumbre? Por supuesto, incluso más que el Barça. Pues bien, la directiva de Laporta ha hecho todo lo contrario a unas estimaciones prudentes, poniendo en marcha, anticipadamente, el Espai Barça”.
“El Barça no sabía cómo pagar el alquiler de la casa que tiene y se ha endeudado en una segunda residencia. Todas las empresas tienen un mapa de riesgos, cuya misión es mitigar que aumente el endeudamiento y evitar poner en riesgo lo principal, en este caso, el club, la marca. El Barça no sabe que es eso”, señala el Doctor Rello
Pinadell, que desde hace más de un año es auditor en una importante multinacional auditora, y Rello se inquietan por el hecho de que el Barça sienta el placer de vivir endeudado y, por descontado, critican la táctica suicida de venderse activos al precio que sea, a quien sea y por los años que sean, preferentemente, 25 años, lo que significa agravar aún más la capacidad de devolución del endeudamiento y atar de pies y manos a los próximos gestores blaugranas.
“Da la impresión de que la gestión de Laporta genera un interés tremendo en terceros que obtienen beneficios a costa del Barça, pues muchas de las cosas que se han vendido podían haber sido gestionadas por el propio club de haber contado con profesionales de prestigio en cada uno de los sectores. Pero, al parecer, los que había salieron huyendo”, apunta Pinadell.
Pinadell y Rello consideran que Laporta no ha sido prudente en sus previsiones. «Cuando haces previsiones sobre tus ingresos futuros debes analizar si vivimos o no en un momento de incertidumbre. Y, en ese sentido, ¿está el Barça en un momento de incertidumbre?, lo está y muy alto, porque su deuda es desproporcionada y ni siquiera puede inscribir a sus futbolistas. ¿Lo está el mundo en general?, más que el Barça. Pues bien, la directiva de Laporta ha hecho todo lo contrario a unas estimaciones prudentes»
Si algo les asusta a estos dos culés porque, encima, Pinadell y Rello son muy culés, es la manera en que se ha gestionado el crédito del Espai Barça, que, al parecer, por lo que ha aparecido en prensa pues no existe documentación alguna que lo acredite, está liderado por Goldman Sachs y JPMorgan, dos bancos, dos fondos de inversión, que, sin duda, como posiblemente figure en la letra pequeña del acuerdo, no solo se han asegurado la posibilidad de relevar a los responsables del Espai Barça en caso de que el club falle en los primeros pagos, sino que tienen la posibilidad de que sus ‘hombres de negro’ aparezcan en el club para apropiarse de la entidad en el momento que ellos consideren oportuno.
“Los bancos te prestan un paraguas cuando hace sol y el día que llueve, te lo quitan”, cuenta Rello como introducción a la esperpéntica realidad del préstamo liderado por Goldmans Sachs y JPMorgan. “¿Tú crees que si Coca-Cola les pide 10.000 millones de dólares, Goldman Sachs y JPMorgan no se los prestan?, por supuesto Estarían encantadísimos de prestárselo”, añade Pinadell. “¿Por qué?, porque, si no cumplen los plazos, se quedan con la Coca-Cola, se quedan con la marca”.
La marca Barça
Para estos dos estudiosos economistas, los prestamistas del Barça han hecho el negocio de su vida, les devuelva o no el dinero el Barça. Si se lo devuelve, cosa que ellos dudan (y mucho), le habrán sacado una rentabilidad significativa, muy relevante, a sus 1.500 millones de euros. Y, si el Barça no puede devolvérselos, pues la estimación de unos ingresos anuales que permitan un incremento de caja neta de 350 millones de euros de Espai Barça parece irreal, “demasiado optimista”, se quedarán con la marca Barça, que vale muchísimo más.
“A los prestamistas del Espai Barça les importa muy poco el Spotify Camp Nou. No es un rascacielos, del que se podría sacar mucho dinero, es un estadio que no lo puede, ni quiere comprar nadie. ¿A quién le interesa un estadio de esas dimensiones? ¿Al Girona? ¿Al Europa? A nadie. Los fondos de inversión y sus colegas solo quieren, solo buscan, solo han apostado por el Barça ante la posibilidad de quedarse con la marca, que es lo que tiene más valor en el mundo”, indica Pinadell.
“Da la impresión de que la gestión de Laporta genera un interés tremendo en terceros que obtienen beneficios a costa del Barça, pues muchas de las cosas que se han vendido podían haber sido gestionadas por el propio club de haber contado con profesionales de prestigio en cada uno de los sectores”, apunta Pinadell.
“La jugada de los fondos de inversión es genial, maestra. El Barça es, como la Coca-Cola, una marca invencible, por eso han estado encantados de prestar esa gran cantidad de dinero, con tramos de hasta el 8% de interés. Tremendo. Para ellos, es más negocio quedarse con la marca si no le devuelven el préstamo, que cobrar los plazos”. Pregunta: ¿por qué piensan que el Barça no podrá devolver ese préstamo? “Simplemente porque, como hemos comentado antes, las estimaciones sobre los ingresos y la caja neta que generará el Espai Barça (350 millones de euros anuales, segúnel club) no están soportadas en el principio de prudencia, lo que significa que será muy difícil devolver esa deuda”.
Mordiscos al Espai Barça
Y es ahí donde estos economistas recuerdan, entre otros detalles, que, últimamente, se han activado otras dos palancas que suponen dos mordiscos al global de los ingresos anuales reservados al Espai Barça, que no podrá contar, por ejemplo, con el dinero que Aramark ha adelantado por el catering de los próximos años y, recientemente, la venta por 100 o 120 millones, por los próximos 20 años, de parte, dicen, de los asientos VIPs del futuro Spotify Camp Nou a manos, al parecer, de ricos de Dubái y Catar.
Pinadell, mientras Rello repasa la horquilla, entre el 6% y el 8%, de las emisiones de deuda para construir el Espai Barça y me muestra algunas cantidades subrayadas en amarillo fosforito, tiene un gran interés en insistir en su llamativa protesta por el hecho de que Laporta siempre quiera dar el negocio a otros. “Yo no entenderé nunca, jamás, por qué se ha colocado deuda del club, es decir, adquirido créditos por valor de 1.500 millones de euros, entre el 6% y el 8% de interés, sin haber ofrecido a los socios, que son, en teoría, los propietarios del club, la oportunidad de suscribir esa deuda de manera preferente”.
«La jugada liderada por Goldman Sachs y JPMorgan es una obra maestra: prestan al Barça 1.500 millones de euros a un interés brutal. Si el Barça paga, estupendo, hacen un negocio redondo; si el Barça no paga, hacen un negocio aún más grande al quedarse con la marca Barça, que vale muchísimo más de los 1.500 millones prestados», comenta el Doctor Rello
Para Pinadell, aún es más sorprendente que ningún socio haya cuestionado o impugnado esta operación. “Yo me pregunto, pues estamos hablando de más de 100.000 socios, ¿cuántos socios hubiesen estado dispuestos a suscribir deuda del club, de su club, con un interés entre el 6% y el 8% cuando las entidades bancarias y financieras, en estos momentos, no ofrecen ningún producto con una remuneración, con una rentabilidad, que se acerque ni siquiera al 4%?”
¿Qué hacen los socios?
Autor y tutor del trabajo sobre el Barça muestran su perplejidad por el hecho de que los socios, a los que todo el mundo considera anestesiados y, desde luego, totalmente desconectados del club en los últimos años (60.000 de ellos no quieren saber nada hasta el regreso al Sportify Camp Nou y 14.000 se han dado de baja), hayan consentido que esta deuda se haya adjudicado a discreción de la directiva, sin ningún tipo de proceso público ni competitivo para intentar obtener las mejores condiciones económicas para el Barça.
“Por ejemplo”, insiste Pinadell, “si un socio hubiera tenido la oportunidad de suscribir 10.000 euros de deuda con un vencimiento a 25 años y un interés del 8% durante ese periodo, además de recuperar los 10.000 euros al vencimiento, habría obtenido un rendimiento de 20.000 euros, es decir, hubiese duplicado su inversión inicial”. “Pero es que, además”, completa la explicación el profesor Rello, “es una operación muy sencilla, nada difícil de entender y que podría representar una gran y buena inversión para los socios”.
Y, sin embargo, según estos economistas, este negocio ha sido adjudicado ‘a dedo’ por Laporta y su directiva, sin dar explicación alguna. Para colmo, ni siquiera se detalla quiénes son los beneficiarios, por qué importes ni las razones para otorgarles este privilegio en detrimento de los socios. “Es más”, explica Pinadell, “si los socios hubiesen sido los inversores habría quedado garantizado que, en caso de impago de la deuda, el club seguiría en manos de los socios, evitando el riesgo actual que es que fondos de inversión y demás inversores se queden con algo que vale miles de millones por tan solo 1.500 millones de euros”.
¿Por qué estos estudiosos y expertos en la materia, en la gestión, en las cuentas, intuyen que el Barça no tardará en acabar en manos de sus acreedores? Fundamentalmente porque, según los cientos de folios y datos analizados, las cuentas reflejan que la deuda del Barça es tremenda (3.000 millones de euros) y las posibilidades de reducirla son muy escasas. Del mismo modo, no creen que las estimaciones del dinero que generará el Espai Barça (350 millones de euros anuales) sean reales, pese a que no cesan de oír a Laporta “que el Espai Barça se pagará solo”.
“Es difícil que el Espai Barça se pague solo, porque ya le has metido dos mordiscos importantes con la venta del catering y los asientos VIPs. Es difícil que se pague solo cuando el retraso de las obras disparará el precio final del estadio. Es difícil que se pague solo cuando aún no sabes cuándo volverás al ‘estadi’ y, por tanto, tendrás menos capacidad de repagar la deuda y los ‘hombres de negro’ de Goldman Sachs te vigilan de cerca», dice el Doctor Rello
“Es difícil que se pague solo cuando ya le han metido dos mordiscos importantes a esos ingresos a través del catering y los asientos VIPs. Es difícil que se pague solo cuando el retraso escandaloso en las obras aumentará el coste del nuevo estadio de forma alarmante. Es difícil que se pague solo cuando ya llevamos meses de retraso en habitar el nuevo ‘estadi’. Por tanto”, sigue contando Rello, “estamos hablando de que se disparará el precio de la nueva obra, bajarán los ingresos, generarás menos caja, tendrás menos capacidad de repagar la deuda, aumentará la deuda y la pelota se irá haciendo más grande hasta que los ‘hombres de negro’ te pidan las llaves del club. O la marca”.
Pinadell y Rello están absolutamente convencidos que los fondos de inversión, al parecer por lo publicado, tanto Goldman Sachs como JPMorgan, líderes del préstamo y artífices, sin duda, del redactado del acuerdo, ya tienen un esbozo del plan de actuación en caso de quedarse con la marca Barça. Primero, recuperarán lo invertido y, tras sanear la marca, sacarán al FCBarcelona a Bolsa y no lo harán, no, en la Bolsa española. Es más probable, dicen, que se produzca este escenario que el de poder pagar a los prestamistas.
«Todo es muy poco transparente, no hay información alguna sobre el préstamo, cero. El Barça podría haber ofrecido a sus socios invertir en la reconstrucción de su estadio. Muchos lo hubiesen hecho al ser la rentabilidad de un 8%. Inviertes 10.000 euros a 25 años, recuperas los 10.000 y ganas 20.000 más», comenta Pinadell
“Cuando algo no es de uno, le da igual”, señala Rello, socio del Barça de toda la vida. “Mire, eso lo veo cada día cuando los pipis de un perro aparecen en el portal de nuestra finca, pero esos mismos pipis nunca aparecen en el portal del propietario del perro”. “Y, cuando todo te da igual, porque estás de paso, lo que ocurra después no es tu problema, ni te inquieta. Laporta no está haciendo, nunca lo ha hecho, una estrategia prudente, real, con sentido común, a largo plazo. Laporta lo único que quiere es gestionar el corto plazo con el objetivo de mantenerse como presidente, nada más”.
“La estrategia adecuada, la estrategia más sensata, la que requería la delicada situación del paciente”, redondea Pinadell, “hubiese sido mantener los activos del club y ser más prudente en la estrategia y planificación, proponer a los socios pasar unos años de travesía, de austeridad, sin grandes éxitos deportivos, pero protegiendo el club, la marca. Lo más sensato, término que tampoco ha prevalecido en la gestión de Laporta, hubiese sido reparar el Camp Nou, ir al campo con paraguas, como toda la vida, y reconstruirlo más adelante”.
“Yo, desde luego”, termina diciendo Pinadell, “lo que no entiendo es cómo se ha perseguido y maltratado tanto a Bartomeu, con razón, y cómo Laporta, hasta ahora, se ha ido de rositas de todo el caos que ha generado y, sobre todo, se le tolere haber plantado las bases para que el club deje de ser propiedad de los socios. Eso está al caer, ya verá”.
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