Europa está sorprendida, maravillada, asustada. Ahora mismo hay pocos equipos que jueguen un fútbol tan intenso y vistoso como el Barça de Hansi Flick. Liverpool y Arsenal en Inglaterra, y Leverkusen y Bayern en Alemania, y gracias. Atraído por este efecto sorpresa —que los de Múnich ya conocen—, me llama un periodista extranjero y me pregunta qué les han dado a estos chicos tan jóvenes y cuál es su techo. Mi respuesta mira hacia el futuro, pero no para pronosticar si este año ganarán o no algún título de caza mayor. No, prefiero decirle que lo que queremos los barcelonistas sobre todo es verlos crecer y aprender. Hacerse mayores ante nuestros ojos, partido a partido, año tras año.
Este es también un rasgo que va con la propuesta de la Masia, igual que el estilo de juego y los valores deportivos. Nos gusta ver cómo nace una generación de futbolistas. Le cuento al periodista que Leo Messi es un buen ejemplo —más de 20 años en el Barça—, pero su éxito es inseparable de los Puyol, Xavi, Iniesta, Busquets, Piqué, Alba, Valdés… Los vimos crecer desde las categorías inferiores, los vimos aprender, avivar su talento, madurar: hemos disfrutado y envejecido con ellos.
Este tipo de proyecciones es uno de los ingredientes de la afición al fútbol. Los jugadores son como nuestros parientes en el campo: hermanos, primos, hijos, nietos. Un amigo me recuerda que, en su última época, Messi, Busquets y compañía celebraban los títulos con sus hijos sobre el césped; en cambio, en la Supercopa del domingo, Cubarsí, Casadó, Balde o Yamal lo festejaron con sus padres y hermanos pequeños. Son indicios de un nuevo ciclo. Puede que alguno se quede por el camino, pero los hemos visto crecer desde la edad juvenil: aplaudimos sus goles mientras brillan sus ‘brackets’, o admiramos asistencias prodigiosas mientras presumen como adolescentes, o jaleamos como presionan al rival mientras ensayan un gesto para celebrar los goles. A su lado, los veteranos como Lewandowski, Iñigo Martínez o Ter Stegen son su inspiración: la prueba de que, si la vida no les escatima la ilusión, tenemos equipo para muchos años.