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Con mirada desafiante a la cámara, ceño fruncido y semblante serio como retrato oficial, Donald Trump culminará el próximo lunes, 20 de enero, su objetivo de regresar a la Casa Blanca para un segundo (y último) mandato con la toma de posesión como 47º presidente de Estados Unidos. Una ceremonia que se ha trasladado al interior del Capitolio, en lugar de en las escalinatas exteriores, debido a las bajas temperaturas que se esperan en Washington, algo que ya sucedió en la segunda investidura de Ronald Reagan, en 1985.
Aunque lo que en el país se conoce como el ‘Inauguration Day‘ está envuelto, por tradición, en la pompa y la solemnidad, el magnate republicano, fiel a su estilo, ha roto algunos protocolos. Lo más llamativo es que ha invitado por primera vez a una toma de posesión a mandatarios extranjeros, casi todos ideológicamente afines.
Esto es lo que sabemos sobre el día de la investidura hasta ahora:
Con la mano sobre dos ejemplares de la Biblia (el suyo y el de Abraham Lincoln), Trump jurará «preservar, proteger y defender la Constitución» ante el presidente de la Corte Suprema de EEUU, John Roberts, a las 11.47 hora de Washington (17.47 hora peninsular española). Los tiempos pueden cambiar, pero los organizadores quieren hacer coincidir el juramento con el minuto 47 para reflejar que inicia su mandato el presidente número 47 de la historia de Estados Unidos. En algunas entrevistas, Trump ha dicho que su primer parlamento como presidente será «alentador y unificador», lo que representaría un cambio con respecto a su primer discurso en 2017, en el que describió un país destrozado por los demócratas.
Sin embargo, los fastos comenzarán unas horas antes con una misa en la iglesia de St. John (14.30 hora española), desde donde Trump y su esposa Melania se traslarán a la Casa Blanca para compartir un té con Biden y su esposa Jill (16.20). Diez minutos después, la caravana llegará al Capitolio y Trump se dirigirá a la sala de espera hasta que comience el acto de toma de posesión. La previsión es que el vicepresidente electo, J. D. Vance, acceda a la rotonda del Capitolio a las 17.09 y jure su cargo a las 17.36. Por su parte, Trump accederá a la rotonda a las 17.13 y jurará como presidente a las 17.47, para luego pronunciar su primer discurso entre las 17.53 y las 18.35.
Si lo comparamos con la investidura de Biden en 2021, la primera novedad en cuanto a las presencias en la ceremonia será la del presidente saliente. Trump rompió otra tradición al negarle a su sucesor la cortesía de asistir a su juramento, que tuvo lugar dos semanas después del asalto al Capitolio. En esta ocasión, Biden sí tiene previsto presenciar la transferencia de poder a Trump. Quienes también están siempre invitados son los expresidentes. En la toma de posesión de Biden estuvieron Barack Obama, George W. Bush y Bill Clinton, junto a sus respectivas esposas. Una de ellas, Michelle Obama, ya ha anunciado que se ausentará del Capitolio. Habrá que ver si todos mantienen la cortesía con Trump.
Históricamente, los líderes extranjeros no han asistido a las investiduras de los presidentes de EEUU por razones de seguridad y han enviado diplomáticos en su lugar. De hecho, España estará representada por la embajadora en Washington, Ángeles Moreno. Pero algunos mandatarios sí han recibido invitaciones personales de Trump, y algunos han confirmado ya su asistencia. Es el caso del presidente de Argentina, Javier Milei, firme partidario de Trump. También ha sido invitada y se está pensando la respuesta la principal mandataria de la ultraderecha europea: la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni. En cambio, el presidente de Hungría, Viktor Orban, asegura que no ha sido invitado.
También se les ofreció estar en el Capitolio al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, quien declinó acudir, y al presidente de China, Xi Jinping, que ha optado por delegar en su vicepresidente, Han Zheng, con vistas a «fortalecer el diálogo y la cooperación y gestionar adecuadamente las diferencias» durante la etapa de Trump. Otros invitados que han confirmado su presencia son los presidentes de Ecuador, Daniel Noboa; El Salvador, Nayib Bukele; y Paraguay, Santiago Peña. En cambio, el expresidente de Brasil Jair Bolsonaro no podrá viajar a Washington porque se lo ha prohibido la justicia al estar investigado por varios delitos.
El líder de Vox, Santiago Abascal, ha confirmado que acudirá al acto al frente de una representación de la coalición europea Patriotas, a la que pertenecen otros políticos de extrema derecha europea como Marine Le Pen o Matteo Salvini. También prevén asistir el líder euroescéptico británico Nigel Farage; el líder del partido ultraderechista francés Reconquista, Éric Zemmour. Del partido de Le Pen, Agrupación Nacional viajarán tres representantes, entre ellos el alcalde de Perpignan, Louis Alliot.
Además de políticos, se espera una importante presencia de grandes empresarios que han manifestado su apoyo a Trump, en algunos casos han financiado su campaña e, incluso, uno de ellos formará parte de su Gobierno. Se trata de Elon Musk, dueño de la red social X (la antigua Twitter), y los fundadores de Amazon, Jeff Bezos, y Meta, Mark Zuckerberg, ambos donantes del comité de campaña de Trump. Se espera que los tres multimillonarios tengan asientos en primera fila, al igual que los CEO de Google, Sundar Pichai; Microsoft, Satya Nadella; Apple, Tim Cook; y OpenAI, Sam Altman.
Algunos medios apuntan también a la presencia del director ejecutivo de TikTok, Shou Chew, pese a que la víspera de la investidura entrará en vigor la ley que prohibirá esta red social en EEUU si sigue bajo control chino. Otro de los hombres más ricos del mundo, el magnate mexicano Carlos Slim, también ha confirmado su asistencia, a diferencia de la presidenta del país, la izquierdista Claudia Sheinbaum, que ni siquiera ha sido invitada.
Otra diferencia importante pueden ser los representantes del mundo de la cultura. Hace cuatro años, Lady Gaga cantó el himno nacional y Jennifer Lopez se encargó de la actuación musical. Esta vez será el cantante de ópera Christopher Macchio quien interpretará el himno de EEUU y la estrella del country Carrie Underwood quien interpretará la canción patriótica ‘America the Beautiful’. La incógnita es qué otros cantantes estarán presentes en la ceremonia, después de que artistas internacionales como Céline Dion y Beyoncé reclamaran a Trump que no usase su música en los actos de campaña.
Por otra parte, la mítica banda ‘The Village People‘ y el cantante Lee Greenwood, autores de los dos himnos de la campaña de Trump (‘Y.M.C.A.’ y ‘God Bless the USA’), actuarán en varios actos anteriores y posteriores a la ceremonia institucional. Entre los ‘apoyos culturales’ de Trump figuran el rapero Waka Flocka Flame y los cantantes de country Kid Rock, Jason Aldean y Billy Ray Cyrus, padre de Miley Cyrus. Estos tres últimos también se espera que actúen en alguno de los fastos.
Finalizada la ceremonia, Trump compartirá un almuerzo con los líderes del Congreso de EEUU y, junto a su familia, se dirigirá en caravana por la Avenida Pennsylvania hasta la Casa Blanca, acompañado por una procesión de regimientos militares, bandas de música escolares, carrozas y grupos de ciudadanos, que posteriormente desfilarán ante el nuevo mandatario antes de que acceda a la residencia presidencial. Una vez en ella, el nuevo presidente prevé firmar sus primeras órdenes ejecutivas sobre cuestiones que van desde la seguridad fronteriza hasta la producción de petróleo y gas.
Ya por la noche tendrán lugar en Washington algunas fiestas inaugurales de carácter privado en hoteles y restaurantes de lujo a las que asistirá Trump. Dos ejemplos: Zuckerberg organizará un baile con la mega donante republicana Miriam Adelson y Spotify ofrecerá un ‘brunch’ con Joe Rogan, Megyn Kelly y Ben Shapiro.
Los actos oficiales están financiados por el comité de investidura de Trump, excepto la ceremonia del Capitolio, que corre a cargo del erario. Las tecnológicas también han demostrado su apoyo en forma de donaciones: Amazon, Meta, Google y OpenAI han hecho donaciones de un millón cada una al fondo inaugural de Trump. Por su parte, Musk fue el mayor donante durante la campaña electoral republicana.
El comité de investidura está presidido por dos de aliados de Trump que ahora pasarán a tener cargos en la Administración: Steve Witkoff, un desarrollador inmobiliario que será el nuevo enviado de EEUU a Oriente Próximo, y Kelly Loeffler, exsenadora y nueva secretaria para la Administración de Pequeñas Empresas. Para los fastos de 2017, cuando llegó por primera vez a la Casa Blanca, Trump recaudó 106,7 millones de dólares.
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