La probable estadía a largo plazo en la división intimida
Luis Severino se encargó el jueves de que las tribunas del Yankees Stadium despertara de la pesadilla que Vladimir Guerrero Jr., le hizo pasar la noche anterior.
Al partido de tres cuadrangulares y cuatro remolques que logró el inicialista de los Blue Jays, el derecho de Sabana de la Mar le respondió el día siguiente con tres de los cuatro ponches que recibió y las cámaras los captaron enviando a hacer silencio al dugout visitante, tal como hizo Guerrero la noche anterior.
Pero en El Bronx comienzan a ver bien temprano en Guerrero cierta similitud con David Ortiz, más allá de que ambos sean dominicanos, de sonrisa fácil y de estatura similar (el hoy inmortal una pulgada más alto con 6’3 pies).
Guerrero Jr., juega en el Este como Ortiz, en Toronto hay un proyecto ambicioso para competir ya y entre ambos equipos se enfrentarán 19 veces en la campaña. Bajo control hasta 2025, en Ontario ya han lanzado la red en búsqueda de una extensión que prolongue su estadía en el Roger Centre aunque el agente del jugador prefiere esperar, de acuerdo a un reporte de la semana pasada del bien informado periodista Jon Heyman.
En los primeros 192 turnos que el hijo de la Tormenta de Don Gregorio ha enfrentado a los Yanquis coloca una línea ofensiva de.296/.357/.697 en promedios de bateo, embasarse y slugging con 11 vuelacercas, 32 carreras remolcadas y un OPS de 1.054.
El diario The New York Post ya abrió el debate. “Who’s your Vladdy?” parafraseó en su contraportada tras el partido de los tres jonrones con foto gigante, haciendo un símil con el “Who’s your Pai?” (¿quién es tu papá?) que Ortiz popularizó.
En los primeros 10 partidos de la campaña Guerrero Jr., arrancó con un sólido .314/.351/.777, con cinco cuadrangulares y 10 remolcadas.
El azote de Ortiz
El Big Papi fue un dolor de cabeza durante 13 años para el equipo enclavado en el Alto Manhattan. En 894 turnos logró una línea ofensiva de .307/.397/.547, le pegó 53 cuadrangulares, remolcó 171 carreras y anotó 149 con el cuarto OPS más alto de cualquier otro bateador en la historia contra ese equipo (.970).
En Yankees Stadium solo Goose Goslin (32) bateó más palos de cuatro bases que los 31 de Ortiz, como visitante.
En la postemporada se prolongó el azote, en camino a ganar tres veces la Serie Mundial. Allí Ortiz le bateó a los Mulos para .333, su OPS se dispara a 1.065 (solo el 1.180 de George Brett es mayor) con cinco cuadrangulares (cuarto lugar) y 17 remolcadas (tercero).