- Especialista entiende que alguna molestia debía de tener
“Los Padres literalmente aguantando la respiración… ¡Me encanta!”, escribe el antesalista Evan Longoria a un video corto subido por Fernando Tatis Jr., a su cuenta de Instagram el pasado 5 de febrero donde camina en la cima una montaña con el Hoyo de Pelempito (Pedernales) de fondo.
Un breve recorrido por la página del torpedero (en una red social donde los siguen 1,3 millones) releva el peligro con el que disfruta jugar. Allí se encuentran visitas al Pico Duarte, baños kilométricos en Bahía de las Águilas o internándose en las estrechas entrañas de montañas buscando el origen del agua.
El martes, el dirigente Bob Melvin confirmó que los Padres y el jugador han acordado que no vuelva a montarse en motocicleta mientras existe la relación laboral (hasta 2034), el vehículo de donde se sospecha sufrió el accidente que ha dañado su muñeca izquierda como para sacarlo por tres meses.
“Creo que sí”, dijo Melvin el martes cuando se le preguntó si los días de Tatis como motociclista han terminado, según Alden González de ESPN. “Tiene 22 (23) años – se divierte un poco. No creo que nada fue intencional aquí, pero creo que se aprende de las experiencias, y creo que esta es una para aprender”.
¿Estaba Tatis lesionados y no lo sabía? Si bien el equipo no podía tener contacto con el jugador desde el dos de diciembre pasado hasta el pasado jueves a causa del cierre patronal, Bebo se mantenía entrenando hasta la semana pasada en el estadio Tetelo Vargas.
El doctor Francisco Bentz Brugal, especialista en medicina física, rehabilitación y deportiva, entiende que alguna molestias tenía que tener Tatis para que el médico del equipo californiano haya tomado la decisión de sugerir una cirugía.
“Los médicos les damos importancia a los síntomas y en segundo lugar le damos importancia a las analíticas, a la radiografía y a las imágenes. Pero si tú tienes un síntoma y ese síntoma es consecuente o coincide con una imagen pues tú tienes lo que dice la imagen. Pero no viceversa”, dijo Bentz, médico de la selección nacional de fútbol de mayores y que tiene entre sus clientes a peloteros.
El equipo descarta, de momento, apelar a la cláusula que le permitiría anular el contrato, como lo establece el acuerdo en su página dos, sección 5.b., sobre el riesgo que conlleva montar motocicletas y otras actividades de peligro.
“Si tú no estás practicando en estos momentos, no estás jugando, si eres un corredor de 100 metros planos y ahora mismo estás caminando en Plaza Central es muy probable que no te duela nada, pero si estás lesionado en tu pierna y empieza a ejecutar el deporte, eso te duele, te molesta, cuando te hacen los análisis te descubren que tienes un músculo desgarrado porque tienes una tendinitis, bueno pues tienes una lesión para los fines del deporte. Para los fines de la vida diaria no”, explicó.
Dice que una gran parte de los beisbolistas dominicanos están en manos de personas empíricas, que no tienen una titulación profesional, masajistas, entrenadores cuya preparación académica se limita a cursos de un fin de semana o dos meses y ofrecen un trato como si fueran médicos.
“Es difícil, nunca vamos a saber lo que realmente pasó porque ahí hay unos matices que van más allá de la medicina, que estamos hablando de la parte legal, pero definitivamente en manos profesionales cualquier lesión que haya tenido hubiese podido resolver en temporada muerta, sin duda alguna”, indicó Bentz, que dirige Rehabilitek, un centro médico de rehabilitación física.