- El Gobierno ha derogado más de 11 mil millones en subsidios gubernamentales en cuatro meses
- Banco Mundial recomienda reducción gradual de los subsidios para poner atención a las necesidades de desarrollo
Se espera que el déficit fiscal se reduzca del 2.7 % a 2.3 % del producto interno bruto (PIB) durante el periodo 2021-2026, pero República Dominicana necesita un mayor espacio fiscal para los servicios de salud, las redes de protección social, inversiones públicas, la acumulación de reservas contra desastres naturales y para asegurar una trayectoria de deuda descendente, plantea el Grupo Banco Mundial en su nuevo informe para el Marco de Alianza País con el que planean invertir 1,800 millones de dólares en proyectos de desarrollo.
Tras los efectos provocados por la pandemia del covid-19, el Gobierno dominicano creó un plan de ayudas económicas y sociales para ayudar a la población a hacerle frente a la crisis económica que se vio agravada por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.
El conjunto de medidas destinadas a disminuir el impacto en el gasto de bolsillo de la ciudadanía ha consumido más de 11,000 millones de pesos en estos primero cuatro meses del 2022, más que lo gastado en todo el 2021, cuando se calculó que el gasto fue por 15,000 millones de pesos, según el Ministerio de Economía Planificación y Desarrollo (MEPyD).
A pesar de la variación en el ritmo del gasto público, el ministro de Economía, Ceara Hatton, aseguró que ha sido satisfactorio el desenvolvimiento de la ejecución presupuestaria y que el balance fiscal sigue siendo positivo.
Aclaró que, si bien el gasto público ha aumentado, también lo han hecho los ingresos fiscales, de manera que el déficit fiscal se mantiene en un -0.1 % del PIB en lo que va de año. “En la semana 17 que llevamos ha sido positivo el balance fiscal, así que hasta ahora vamos bien”, sostuvo.
Tras presentar el nuevo programa para la transformación económica del país, Marco de Alianza País, el funcionario respondió algunas preguntas a la prensa donde estimó que el subsidio en combustibles ha sido “muy fuerte” y que, de continuar así, el Gobierno tendrá que tomar prestado.
“Si seguimos este ritmo (refiriéndose al subsidio a los combustibles), puede representar un alto de los ingresos públicos, entonces habrá que pensar alguna alternativa para poder financiar esos recursos”, expresó.
Datos suministrados por la Dirección General de Presupuesto (Digepres) sobre los subsidios cubiertos en el presente año, a solicitud, indican que el gobierno presupuestó 2,628 millones de pesos para subvencionar el Gas Licuado de Petróleo (GLP) a hogares en todo este año, y al 22 de abril pasado ya había devengado 1,532.8 millones de pesos de esa cantidad.
Recomendación
El Banco Mundial indica en su estudio que una eliminación gradual de los subsidios en el sector de energía, junto con mejoras en la administración tributaria, puede crear espacio para inversiones públicas y para ampliar las transferencias específicas, como “Bonoluz”, un esquema para subsidiar el consumo de 100 kW de electricidad por mes de los hogares más pobres.
La institución señala que una reforma fiscal neutral en términos de crecimiento y equidad ayudará al país a abordar las necesidades de desarrollo y mitigar los riesgos. “Tal reforma podría centrarse en la eficiencia del gasto, por ejemplo, mejorar los procesos de adquisición, simplificar la arquitectura institucional del estado y reducir la duplicación de programas y organismos sociales; y medidas de gestión de la deuda a corto y mediano plazo».
Asimismo, destaca que también se necesitarán reformas fiscales, incluyendo la eliminación gradual de las exenciones del impuesto sobre la renta y la mejora de los impuestos sobre la propiedad. La puesta a prueba de las reglas fiscales, seguida de la promulgación formal, puede orientar estos esfuerzos.
Sin embargo, para abordar las necesidades de desarrollo, se necesitarán reformas adicionales. Al mismo tiempo, se proyecta que la relación deuda pública/PIB se estabilice en alrededor del 58 % en el mediano plazo, impulsada por un fuerte crecimiento y el ajuste gradual esperado.
El organismo internacional advierte que el índice de deuda puede descarrilarse fácilmente por choques externos: un choque de crecimiento negativo con una desviación estándar de 1 haría retroceder la deuda al 68 % del PIB para 2023 y duplicaría las necesidades brutas de financiamiento del 6 al 12 % del PIB.
En ese orden, el documento indica que, sumado a los riesgos relacionados con el endurecimiento de las condiciones financieras mundiales, podrían transformar de un círculo virtuoso a un círculo vicioso: el índice de endeudamiento podría aumentar en lugar de disminuir, impulsado por el aumento en lugar de la reducción de las facturas de intereses.