El fraude contra el Estado por 4 mil 127 millones de pesos cometido por el Grupo Tremols Payero, que con los intereses y recargos asciende a 9 mil 321.7 millones, se ha llevado de paro a unos 300 empleados y provocado el desmantelamiento de dos departamentos de la Dirección General de Impuestos Internos (DGII).
Las acusaciones que enfrentan los implicados en este fraude, uno de los fraudes más grandes que han detectado las autoridades, son: elaboración y comercio clandestino de productos gravados, perjurio o falsedad en declaraciones juradas, defraudación tributaria, falsedad en escritura de comercio y uso de escritura de comercio falsa, estafa, lavado de activos y asociación de malhechores.
El fraude fue cometido desde el año 2010 al 2017 a través de varias empresas, en el Itebis con 707 millones de pesos; Impuesto sobre la Renta, mil 037 millones y el Impuesto Selectivo, dos mil 384 millones de pesos.
Los acusados son los Tremols Payero Ramón Rafael, Eddy Samuel, Leonardo Antonio Hervys Rafael y Daniel de Jesús, asimismo Rafael Alberto Tremols Acosta, Eduardo de Jesús Tremols Cruz, Carmen Adela Tremols Cruz, Maritselly Cruz López, Néstor López Alcantara, Waskar Alberto González Payero, y Doris Alexandra López Urbaez, entre otros.
La estafa estaba de tal manera planificada, que cuando la DGII descubría una de esas compañías en las actividades ilícitas, las actividades eran trasladas de inmediato a otra.
Según la querella esas personas se valieron del uso de varias sociedades comerciales para cometer el fraude en contra del Estado, entre las que figuran Suplidores Generales Dominicanos (Supligedom), Licores y Bebidas del País (Libepa), Bodegas Iberia, Dominican Hotel Register Company (Doterco), Licores y Bebidas Dominicanas (Libedom), Constructora Aspen, Inmobiliaria E.J.T y Licores Royal.
La DGII a través de sus mecanismos de control detectó que algunas de las empresas del Grupo Tremols Payero reportaban compras por valores multimillonarios a otras empresas que no tenían una estructura para realizar esas ventas por lo que se trataba de compras ficticias que tenían como propósito deducir gastos ficticios de la renta neta.
Al presentar esas compras y ventas ficticias evadían el pago de los impuestos.
vía:eloriental.com