FMI
Washington.– La economía mundial crecerá un 3 % este año, según el Fondo Monetario Internacional (FMI), que aunque mejora sus previsiones anteriores, cree que este avance es aún “débil” y avisa de riesgos globales como la persistente inflación, futuras vulnerabilidades en el sistema financiero o que China crezca menos de lo esperado.
En el informe de revisión de sus perspectivas económicas mundiales, publicado este martes, el FMI ha mejorado en dos décimas con respecto a abril su previsión de la economía global para 2023, mientras que para 2024 mantiene la misma estimación y calcula también un crecimiento del producto interior bruto (PIB) mundial del 3 %.
El Fondo celebra el fin de la pandemia de la covi-19 y la recuperación de las cadenas de suministro, y también valora que se resolvieran cuestiones como el acuerdo sobre el techo de la deuda estadounidense o las crisis bancarias en Estados Unidos y Suiza sin que el sistema financiero en general se viese afectado.
Pero advierte de que las «fuerzas» que «dificultaron» el crecimiento en 2022 «persisten» también este año, sobre todo la inflación.
Pese al abaratamiento de la energía y los alimentos, la inflación subyacente -que excluye esos dos grupos- sigue alta y obliga a los bancos centrales a mantener su política monetaria restrictiva.
Además, el Fondo señala en su informe que los alimentos y la energía podrían encarecerse de nuevo por la guerra de Ucrania, sobre todo por la reciente suspensión por parte de Rusia del acuerdo que permitía la salida por mar del grano ucraniano.
Acciones contra evasión deben iniciarse por comercio de chinos
Si no se logra que el grano salga de Ucrania, dijo a EFE el director de Investigación del FMI, Pierre-Olivier Gourinchas, el maíz y del trigo podrían encarecerse entre un 10 y un 15 %.
Otro de los riesgos que el FMI destaca es la inestabilidad financiera. Entiende que las entidades ya ajustaron sus expectativas a las subidas de tipos de interés hasta abril pero no más allá, y las subidas han continuado.
Eso puede endurecer aún más las condiciones financieras, lo que puede repercutir en el comercio y el crecimiento y provocar en las entidades un estrés no calculado.
LA IMPORTANCIA DE CHINA
Sobre China, es tal el efecto que el gigante asiático tiene sobre la economía global que el Fondo incluye entre los riesgos a la baja la posibilidad de que crezca menos de lo esperado.
El FMI no ha tocado sus previsiones para China con respecto a abril, y sigue calculando un repunte hasta el 5,2 %, frente al 3 % de 2022, y para 2024 un crecimiento del 4,5 %.
Pero Gourinchas recuerda que «dado el tamaño de China y su importancia en la cadena global de suministros, lo que ocurre en China es de primer orden». Por eso explica que el FMI calcula que por cada punto menos que creciera el país asiático la economía mundial se ralentizaría tres décimas.
El Fondo ve que el mercado inmobiliario chino se está comportando peor de lo esperado, porque han bajado la confianza y las expectativas de los consumidores.
LA MEJORA DE LAS GRANDES ECONOMÍAS
Para la primera economía mundial, Estados Unidos, el FMI eleva en dos décimas, hasta el 1,8 %, el crecimiento de este año y reduce en una décima, hasta el 1 %, el de 2024.
Las previsiones de la zona euro apenas mejoran una décima cada año y el FMI calcula que el crecimiento será de solo el 0,9 % en 2023 y del 1,5 % el año que viene.
De las grandes economías de la zona euro, España seguirá siendo la que más crezca, y el FMI mejora además en un punto su previsión para este año, hasta el 2,5 %, gracias a los buenos datos del turismo, y deja en el 2 % la de 2024.
Francia sólo crecerá el 0,8 % este año -una décima más de lo calculado en abril- y el 1,3 % el que viene, e Italia mejora también gracias al turismo, con un crecimiento del 1,1 % en 2023 (cuatro décimas más), y del 0,9 % en 2024, una décima por encima del informe de abril.
Latinoamérica ve también mejoradas sus previsiones, con un 1,9 % de crecimiento, tres décimas por encima del cálculo anterior, y el pronóstico para 2024 se mantiene en el 2,2 %, gracias sobre todo al buen comportamiento de México y Brasil.
La agricultura empujará a Brasil a un crecimiento 1,2 puntos mayor, hasta el 2,1 % este año. El año que viene el aumento del PIB será del 1,2 %.
Y México crecerá el 2,6 % este año, ocho décimas más de lo esperado, gracias a la mejora de su principal socio comercial, Estados Unidos, y para 2024 el cálculo ahora es del 1,5 %, una décima menos que lo previsto en abril.