SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Son menores de edad, son mujeres, son pobres y tienen pocas instituciones que aboguen por los derechos humanos de las víctimas del abuso infantil. La ley permite que se casen de menos de 16 años, siempre que haya una dispensa de un juez o de sus padres.
Los padres son casi siempre los que auspician el matrimonio infantil, pese a que las edades de las niñas está entre los 13 y los 16 años, y los que se casan con ellas generalmente tienen sobre los 55 años.
Ese es el gran drama, que acaba con la vida de niñas que pudieran ser mujeres, educadas, profesionales, que tengan una infancia como corresponde en los tiempos modernos, pero son políticos, familiares, las iglesias católica y evangélicas, las que defienden el matrimonio infantil.
La explicación la ofreció Alba Rodríguez, directora ejecutiva de Save the Children, una institucional internacional que trabaja en la República Dominicana desde 1976, y que sostiene legalmente el Estado debe detener los matrimonios infantiles.
Los datos están a la clara, los tiene la Junta Central Electoral, y sigue ocurriendo porque se trata de matrimonios de niñas que no han adquirido la experiencia de casarse, de tener hijos y de llevar un hogar. El matrimonio frustra sus estudios y las arrincona entre los pobres y los más pobres, generalmente con violencia de parte ese los hombres mayores que se casan con niñas.
La descripción no puede ser más dolorosa, y más dramática. Este fenómeno está vigente, y se vincula con los embarazos en adolescentes, con las tres causales para interrumpir el embarazo y con las condiciones de pobreza en que viven las niñas llevadas al matrimonio.
