El presidente palestino, Mahmud Abás, emitió este miércoles una orden constitucional que designa al jefe del Consejo Nacional Palestino, un órgano legislativo, como su sucesor si el puesto quedara vacante. «En caso de una vacante en el puesto de Presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), el presidente del Consejo Nacional Palestino asumirá sus funciones temporalmente hasta que se celebren elecciones presidenciales de conformidad con la ley electoral», estipula una orden constitucional emitida por Abás. Según la norma, esa presidencia interina se ejercerá por un periodo máximo de 90 días, que solo podrá extenderse una vez.
Abás ocupa la presidencia de la ANP desde 2005, tras la muerte del líder palestino Yaser Arafat, y no se convocan elecciones en los territorios palestinos -Gaza y Cisjordania- desde 2006, cuando Hamás ganó en las legislativas. El presidente convocó elecciones para 2021, pero finalmente se cancelaron con el pretexto de que Israel no permitía celebrar comicios en Jerusalén este ocupado -que aspira a ser la capital de un futuro Estado palestino-, cuando las encuestas auguraban una gran derrota de su partido Fatah.
Desde hace años, la sucesión en la presidencia de Abás, de 89 años, con problemas de salud y baja popularidad, es una de las principales incógnitas para los palestinos, que muchos lo ven como autoritario y corrupto. Tampoco había hasta hoy un mecanismo legal que permitiera un relevo automático transitorio. Si el cargo quedara vacante por cualquier motivo, será por tanto el actual presidente de Consejo Nacional, Rawhi Fattouh, nacido en Rafah (Gaza) en 1949, quien asuma el liderazgo de la ANP de forma interina.
El Consejo Nacional Palestino es el órgano legislativo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), que representa a todos los palestinos, incluida la diáspora. Abás justificó esa medida por «responsabilidad histórica» y por la necesidad de «proteger el sistema político palestino, la nación, preservar la integridad de sus tierras y garantizar su seguridad», ante la crisis política y económica que afronta y la «guerra de exterminio» que sufre.
Hay consenso entre la comunidad internacional en que la ANP debería retomar el control político de una Gaza de postguerra, pero la crisis de legitimidad de sufre Abás junto con su edad y salud frágil, han acelerado los reclamos para encaminar un relevo de poder.