Las fuerzas kurdas informaron el jueves de la muerte de 12 civiles, entre ellos dos niños, en bombardeos turcos contra el norte y el este de Siria, después de un atentado que mató al menos a cinco personas en Ankara, la capital de Turquía, el miércoles.
«En las últimas horas, (…) una nueva ola de ataques en el norte y este de Siria» causó la muerte de 12 civiles y dejó 25 heridos, dijeron las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), el brazo armado de la administración autónoma kurda en Siria.
«Además de áreas pobladas, los aviones de combate turcos y vehículos aéreos no tripulados atacaron panaderías, centrales eléctricas, instalaciones petroleras y puestos de control de las Fuerzas de Seguridad Internas» kurdas, agregó el comunicado.
Apoyo de EEUU
Turquía lanzó el miércoles bombardeos contra milicianos kurdos en Irak y Siria, a los que acusa de estar detrás del atentado que mató a cinco personas en una empresa de defensa cerca de Ankara.
Otras 22 personas resultaron heridas en el atentado, que según el gobierno turco fue «muy probablemente» llevado a cabo por el ilegalizado Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). Según un comunicado del Ministerio de Defensa turco, «se llevó a cabo una operación aérea contra objetivos terroristas en el norte de Irak y Siria», con un total de 32 objetivos «destruidos con éxito.»
Las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), que tienen apoyo de Estados Unidos, estuvieron en primera línea en la lucha en 2019 para expulsar a los yihadistas del grupo Estado Islámico de sus últimos bastiones en Siria.
Turquía considera las Unidades de Protección del Pueblo Kurdo (YPG), uno de los principales componentes de las FDS, como una rama del PKK.