“Hasta las guerras tienen reglas que todos deben respetar, incluidos Israel y Rusia”, ha dicho José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación este viernes en la presentación del Anuario Internacional CIDOB 2025 ‘La crisis de la democracia: perspectivas global y europea’.
El «apoyo a la soberanía, a la integridad territorial de Palestina» de España va «en coherencia con la defensa de la Carta de las Naciones Unidas», ha añadido el ministro, que ha participado por videoconferencia en la presentación de este anuario que llega en lo que el CIDOB califica como el pico más alto de conflictos activos desde la Segunda Guerra Mundial, y al que las instituciones internacionales no son capaces de dar respuesta mientras tampoco emerge una alternativa a estas.
El ministro Albares ha destacado el reconocimiento del estado de Palestina por parte del Gobierno español, su rechazo a retirar los cascos azules en la zona de conflicto y su participación en la demanda de Sudáfrica en la Corte Internacional de Justicia contra Israel como ejemplos de cómo el ejecutivo de Pedro Sánchez ha tomado un perfil más alto en su posicionamiento en el conflicto.
Debate migratorio
Por su parte, el conseller de Unión Europea y Acción Exterior de la Generalitat, Jaume Duch, que también ha participado en el evento, ha rechazado la creación de centros de deportación que la Unión Europea se ha propuesto imitar al estilo del modelo defendido en Italia por la primera ministra, Georgia Meloni: “No son la solución”, ha defendido.
Duch ha respondido así al rechazo de los tribunales italianos al primer intento de Meloni de deportar migrantes a Albania, este mismo viernes. “La solución no son los campos de deportación si no las políticas que permitan que la gente viva decentemente en el lugar donde ha nacido”, ha enfatizado Duch.
La fragmentación social de la que nacen estas políticas es consecuencia de una “globalización mal gestionada” que ha generado “desequilibrios que han sido aprovechados por la extrema derecha” para fomentar el discurso del odio, según el conseller. “En un mundo cada vez más polarizado, el número de países plenamente democráticos se reduce año tras año”, ha remarcado.
Más allá de Gaza
Con todo, y a pesar de las guerras de Gaza y Ucrania acaparando toda la atención mediática, el Anuario del CIDOB de 2024 quiere extender el foco mediático y social a lo que llama «la emergencia del Sur Global«, el auge y normalización de la extrema derecha en Europa, y las inseguridades derivadas de las desigualdades, los avances tecnológicos y el cambio climático en todo el mundo.
En ese sentido, tanto Albares como Duch han insistido en la necesidad de que Europa tome un papel más protagonista en el escenario global. Esto se hace más patente ante unas elecciones inciertas en EEUU que este 5 de noviembre podrían devolver al expresidente Donald Trump a la Casa Blanca, pero que incluso bajo la administración de Joe Biden ha apostado por una agenda eminentemente doméstica y primando los intereses nacionales y no globales, como con el continuado apoyo de EEUU a Israel.
En cambio, el ministro, el conseller, y los expertos congregados por el CIDOB, han apostado por establecer alianzas con Latinoamérica, cooperar con África más allá de los temas de migración, y mirar hacia Asia antes de que las alianzas del Pacífico entre norteamérica y China dejen al viejo continente fuera de juego. El anuario, que ofrece un análisis exhaustivo de estas problemáticas, trata de proponer también algunas alternativas constructivas con el fin de imaginar nuevos futuros y narrativas que nos liberen de la angustia que alimenta a los extremismos y al descrédito de la democracia.