Los sindicatos del transporte de Argentina se han aliado para llevar a cabo este miércoles una huelga de 24 horas contra el Gobierno de Javier Milei. La medida de fuerza, en reclamación de mejoras salariales y en defensa de los puestos de trabajo, afectará al funcionamiento del ferrocarril, el tráfico aéreo, los camiones y la actividad portuaria. Los autobuses se sumarán parcialmente a la protesta. El gremio que los agrupa decidió llamar a la huelga en soledad el jueves. Millones de personas llegan de la periferia a la capital argentina cada día. Buena parte de ellos utilizan el ferrocarril. El portavoz de Milei, Manuel Adorni, rechazó la acción de los sindicatos, a la que también se sumarán estudiantes universitarios y docentes. «Paran los que pueden darse el lujo de parar. Son grandes defensores de los privilegios de unos pocos, en perjuicio de la gran mayoría de los argentinos», dijo.
«La huelga será muy importante«, aseguró el dirigente de los camioneros, Pablo Moyano. A su vez, «habrá cortes en la carreteras, ollas populares en las principales plazas y diferentes manifestaciones en todo el país». La Confederación General del Trabajo (CGT), la principal central obrera de este país se ha dividido en los hechos en relación a cómo enfrentar la situación social, el cierre de empresas y la pérdida de los empleos. Un sector mira a las encuestas y cree que no es el momento de enfrentar al ultraderechista. Moyano es, en cambio, uno de los dirigentes que con mayor decisión se opone a Milei. «Ojalá tome nota de que hay un gran sector de la población que la está pasando mal».
El sector del transporte contará este miércoles con la adhesión de los movimientos sociales, en conflicto con el Gobierno desde que tomó posesión del poder el pasado 10 de diciembre. La Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) llevará a cabo una «jornada nacional de lucha contra el hambre» para «visibilizar la situación crítica que viven millones de familias». También se sumarán organizaciones de izquierda y las centrales sindicales que agrupan a los trabajadores estatales. «Nos manifestamos para rechazar el ajuste que, lejos de afectar a la casta política, castiga a las mayorías populares con tarifazos, pérdida de poder adquisitivo, despidos, ataque generalizado a los derechos consagrados en nuestra Constitución y una brutal recesión económica. Los únicos sectores beneficiados con la política de Milei son los grandes grupos económicos y los operadores financieros», plantearon.
El paro del transporte se sumará a la huelga de 36 horas iniciada este martes por los empleados públicos en protesta por los bajos salarios, despidos y políticas de recortes del Ejecutivo de ultraderecha.