Una vez más la historia se hizo presente en los Juegos Olímpicos y en esta ocasión fue en la edición de París 2024 durante la ceremonia de inauguración que comenzó con un recorrido de todos los atletas por el río Sena pasando por emblemáticos lugares de la capital del país.
Por un lado, el equipo olímpico palestino fue recibido con la ovación de los que estuvieron presentes por lo que significa su participación en este magno evento, pues los atletas representarán a su país luego de que su territorio se encuentra devastado por la guerra.
En este sentido, muchos expresaron su indignación por la presencia de Israel en la justa olímpica ya que expertos, que son respaldados por la ONU, responsabilizan a las autoridades israelíes por los crímenes de guerra y de lesa humanidad.
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Por otro lado, la historia de hace años vuelve a salir a la luz. Durante su presentación, la delegación de Argelia tiró varias rosas en el río Sena, pues hace 63 años en este mismo lugar los franceses arrojaron cientos de cadáveres de la población argelina cuando estaban protestando por la independencia de su país.
Este hecho se conoce como la Masacre de París de 1961, donde más de 30 mil argelinos salieron a las calles de París a protestar pacíficamente reclamando la independencia de su territorio a casi siete años después de la guerra contra el dominio francés en el norte de África.
De acuerdo con BBC, alrededor de 14 mil argelinos fueron arrestados durante la operación, murieron entre 200 y 300, y lo más catastrófico: un total de 110 cadáveres fueron arrastrados a las orillas del río Sena.
“Fue un milagro que no me arrojaran al Sena”, declaró hace unos años Hocine Hakem al periódico L’Humanité sobre aquella masacre que vivió cuando él tenía tan solo 18 años.
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