«Expresando una profunda preocupación por la escalada de las últimas horas, subrayamos que un conflicto a escala regional no es de interés de nadie«. Así se ha expresado este miércoles el G7, el grupo de países democráticos más industrializados, después del ataque de Irán contra Israel y la invasión de Tel Aviv del sur de Líbano. «Una solución diplomática aún es posible», han reiterado.
Durante la reunión, el grupo también ha manifestado su «firme condena» al ataque de Teherán contra el Estado hebreo, han añadido los líderes. En este contexto, al ser preguntado por la posibilidad de que EEUU apoye un eventual ataque de Israel a centrales nucleares iraní, el presidente estadounidense, Joe Biden, fue tajante. «La respuesta es no», afirmó el mandatario al añadir que, no obstante, EEUU y el resto de países del G7 apoyan el derecho de Israel a responder al ataque de Irán y que se están estudiando sanciones adicionales contra Teherán.
En cambio, en cuanto a las acciones bélicas, lo que el grupo ha acordado es «trabajar conjuntamente» para reducir «las tensiones», ha añadido asimimo la presidencia italiana. El primer objetivo es que se respeten «la resolución 2735 en Gaza [que rechaza cualquier intento de efectuar cambios demográficos o territoriales en la Franja] y la resolución 1701 en la frontera israelí-libanesa [que, entre otras cosas, prohíbe el acceso de fuerzas extranjeras en Líbano sin el consentimiento de su Gobierno, incumplido por Israel con su invasión]», han manifestado.
UNIFIL en Líbano
Son algunas de las tibias conclusiones de una reunión de emergencia del grupo convocada -por videollamada- por el presidente de turno del grupo, Italia. País que además, durante la jornada, ha comunicado haber pedido al Consejo de Seguridad de la ONU «considerar» la posibilidad de «un reforzamiento» de la misión de paz UNIFIL en Líbano, donde –entre otros– ya hay desplegados unos 600 militares españoles y unos 1.000 italianos (de un total de 10.000 cascos azules).
La razón de esta petición sería «asegurar la seguridad de la frontera entre Israel y Líbano». Una estrategia que suscita dudas, no solo porque Rusia tiene derecho a veto en el Consejo de Seguridad (y por tanto, se podría oponer, al ser una propuesta de países rivales), sino también porque no está claro cómo podría reforzarse la acción de tropas que al día de hoy no tienen ni la facultad de abrir fuego, sino que simplemente tratan con su presencia y la diplomacia (son el único canal de comunicación entre Hizbolá e Israel) de disuadir las hostilidades entre las dos partes.
La iniciativa italiana coincide con algunas polémicas que se han vuelto a reavivar en los últimos días por la venta de armas a Israel. De hecho, si bien el país ha suspendido la concesión de nuevas licencias a Tel Aviv, todavía sigue entregando al país hebreo las armas pactadas antes del inicio de la ofensiva contra Gaza. Italia es considerada la tercera exportadora de armas a Israel.