Colas de más de 200 personas para sacar dinero del cajero, cubos para recoger el agua de lluvia para poder beber y lavarse y un suministro eléctrico que va y viene. Así transcurrió la jornada de este jueves de las alicantinas atrapadas en la isla de Mayotte tras el temporal, donde aún se mantienen las incertidumbres.
La incertidumbre continúa entre la población española atrapada en la isla de Mayotte tras el huracán Chido. Los servicios se van restableciendo a duras penas, pero todavía hay muchas carencias. La electricidad va y viene, pero eso permitió a Candela Cortés y Nuria García, alicantinas atrapadas en la isla, poder recargar las agotadas baterías de sus teléfonos, que han estado economizando para ponerse en contacto con sus familias. Con la llegada de la electricidad, seguía faltando el agua, pero apareció la lluvia. «Hemos colocado cubos en lugares estratégicos para poder recoger agua con la que hemos podido beber y asearnos», aseguraron.
La situación es de incertidumbre porque no se sabe cuándo se restablecerán los vuelos o los servicios básicos. La isla contó ayer con la visita del presidente francés Emmanuel Macron, que fue recibido con abucheos. Tensiones que recuerdan a las vividas durante la Dana en la Comunidad Valenciana. Aunque aquí hay una diferencia. La provincia era accesible para hacer llegar las ayudas. «Esto es una isla en mitad del Índico, donde es más difícil el poder transportarlas», explicaron personas próximas a la colonia española, que insistieron en que para ellos es importante que no les olviden.
Respuesta de Exteriores
Desde el Ministerio de Asuntos Exteriores español se indicó que el ministro José Manuel Albares estaba en contacto con su homólogo francés y seguía estrechamente la situación en la isla de Mayotte tras el paso del ciclón Chido. «Del medio centenar de españoles de los que el Consulado General tiene constancia, ya se ha entrado en contacto con la práctica totalidad para constatar que todos, sin excepción, disponen de alojamiento», indicaron estas fuentes, aunque las dos alicantinas señalaron que por el momento nadie del Ministerio se había puesto en contacto todavía con ellas, cinco días después del huracán.
Desde Exteriores se insistió que «se está a la espera de que el aeropuerto pueda reabrir para facilitar la salida de aquellos españoles que han expresado su deseo de salir de la isla». En este sentido insistieron en que las autoridades francesas trabajan activamente para recuperar las infraestructuras.
Colonia española
El entorno de los españoles que hay viviendo en la isla asegura que puede rondar el centenar de personas, el doble de la que tiene contabilizada el Gobierno. Hay una colonia española muy importante que se había afincado en este archipiélago ubicado en el océano Índico, atraídos por la idea de descubrir otra cultura y desarrollarse profesionalmente. «Estamos hablando de colegios que pueden tener más de 1.900 alumnos», explicaron personas que han estado residiendo en Mayotte, lo que implica que hay alta demanda de profesores, pero también de fisioterapeutas y personal de enfermería en los territorios franceses de ultramar.
«El boca a boca anima a muchos profesionales a emprender esa aventura», explicaron estas fuentes, que precisaron que «desde el momento de llegar se ve que es el departamento europeo más pobre. Hay muchos más medios que, por ejemplo en Madagascar, pero en los supermercados no se encuentra de todo». Las chabolas, allí bautizadas como bangas, pueblan el paisaje y estas construcciones precarias son precisamente las que han motivado que no haya estimaciones del número de muertos. «Hay una importante bolsa de población que ni siquiera está censada», señalan estas fuentes.
La falta de alimentos es una de las cuestiones que más preocupa, sobre todo porque esta escasez sea fuente de conflictos por las tensiones sociales que vive la isla, desde antes del temporal. «El año pasado la población extranjera tuvo que estar tres meses confinada por las tensiones sociales», explicaron estas fuentes.
Colas de 200 personas en el cajero
El dinero en efectivo sigue siendo el principal medio de pago, ya que los datáfonos no funcionan. «Hay un único cajero automático funcionando en estos momentos para toda la isla. Las colas son ahora mismo de más de 200 personas», relataron a este diario Candela Cortés y Nuria García. Ayer en el supermercado agotaron el dinero en efectivo que tenían y ahora deberán desplazarse a ese cajero. Sobre la situación en las calles, señalan que hay tensión, «pero nosotras aquí no hemos tenido ningún incidente. Cuando oscurece nos quedamos en casa, no porque tengamos miedo sino por precaución y para no tener problemas», explicaron.