Crónica desde Phoenix, la meca de los coches autónomos sin conductor


El taxi siempre ha sido un pequeño laboratorio sobre ruedas, ese espacio donde, en lo que dura un trayecto bajo pago, conductor y pasajero unen sus vidas dentro de un vehículo. Es una convivencia forzosa en la que de forma natural se establecen reglas para ese tiempo transitorio juntos. Con la llegada de los robotaxis y con la desaparición visible de uno de los dos factores humanos de la ecuación, el experimento social cambia.

ARTÍCULOS RELACIONADOS A ESTE NOTICIA

Deja tu comentario