El Paso.- Uno de los inmigrantes ilegales venezolanos acusados de estrangular y matar a Jocelyn Nungaray, de 12 años, en Texas, cortó el monitor de tobillo que le entregaron en la frontera después del asesinato.
Johan José Rangel Martínez, de 21 años, y Franklin José Peña Ramos, de 26, fueron liberados en Estados Unidos con monitoreo por GPS después de cruzar ilegalmente la frontera sur hacia El Paso, Texas, este año.
Rangel Martínez, quien cruzó la frontera el 14 de marzo, fue liberado del programa de monitoreo el 15 de mayo porque no tenía antecedentes penales conocidos y había cumplido con los controles, dijeron las fuentes.
Sin embargo, Peña Ramos, quien cruzó la frontera el 28 de mayo, menos de un mes antes del impactante asesinato, se quitó el monitor de tobillo dos días después de que el cuerpo de Nungaray fuera encontrado en un arroyo pantanoso en Houston el lunes, según fuentes.
Los dos inmigrantes fueron arrestados y acusados el jueves de asesinato capital después de que supuestamente sacaron a Nungaray de su casa, luego la estrangularon y arrojaron cruelmente su cuerpo.
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) colocó órdenes de detención en la cárcel del condado de Harris contra ambos hombres después de su arresto, ya que ingresaron al país ilegalmente desde Venezuela.
La policía de Houston todavía está investigando si fue agredida sexualmente.
Un exdirector de ICE dijo que era “inconcebible” que dos hombres de un país con una de las tasas de homicidios más altas del mundo fueran siquiera admitidos en el país antes de haber sido investigados exhaustivamente.
«Esta tragedia subraya las graves deficiencias en el uso de Alternativas a la Detención (ATD) por parte de la administración Biden», dijo John Fabbricatore, exdirector de la oficina de campo del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Denver.
“Es inadmisible que hombres adultos jóvenes de áreas con alta criminalidad sean colocados en estos programas en lugar de ser retenidos bajo custodia, se les impida ingresar ilegalmente o se les dé prioridad para su expulsión.
“Muchos varones inmigrantes ilegales solteros, como los dos acusados de este crimen atroz, salen del programa de seguimiento en un plazo de 30 días. ¿A quién protege?
Una fuente del DHS añadió que es difícil examinar los antecedentes penales de inmigrantes de países como Venezuela que no cooperan con Estados Unidos.
«No saben lo que hicieron estos tipos en Venezuela», dijo la fuente.
Peña Ramos debía comparecer ante el tribunal en julio por su caso de inmigración. Rangel Martínez fue liberado por agentes fronterizos después de cruzar con una cita en la corte en agosto.
Cuando un migrante bajo vigilancia le quita un monitor de tobillo, puede resultar difícil para ICE actuar si la persona no tiene antecedentes penales conocidos.
“En general, ICE no hace nada. Todo sería dependiente”, explicó una fuente del DHS.
«Para alguien que no sea un criminal, no podrían subirse a un automóvil e ir a buscar a ese tipo».
Fabbricatore, sin embargo, dijo que ICE debería haber sido alertado antes de que Peña Ramos le cortara el monitor de tobillo porque el programa generalmente requiere que los inmigrantes inscritos cumplan con un toque de queda, que él habría violado la noche del asesinato.
Un portavoz de ICE no respondió a la solicitud de comentarios del Post.
Los investigadores creen que Jocelyn se escapó de su casa alrededor de las 10 p.m. el domingo, según KTRK.
Las imágenes de vigilancia en una tienda de conveniencia local mostraron a los sospechosos siguiendo a la niña mientras entraba a la tienda.
Su madre, Alexis Nungaray, cree que sus asesinos “se aprovecharon” de su hija y la atrajeron hasta la muerte.
“Estoy como enojada porque se aprovecharon de ella. Era muy joven”, le dijo la afligida madre a KHOU.
Los agentes de ICE encontraron el monitor de tobillo de Peña Ramos en un lugar no revelado.
El cuerpo de Jocelyn fue encontrado al día siguiente por un residente de Houston que conducía por el arroyo.
Al principio, el lugareño pensó que el cuerpo era un maniquí, dijo a KTRK-TV. “Hice una vuelta en U, me detuve en el puente, encendí las luces intermitentes, miré hacia abajo y me di cuenta de que era alguien. Estacioné justo aquí y llamé al 911 de inmediato”, dijo.
La policía arrestó a los dos inmigrantes en un complejo de apartamentos local, donde vivían como compañeros de habitación.
Durante el arresto, uno de ellos intentó saltar por un balcón para huir del lugar, pero no lo logró, dijeron testigos al medio local KHOU.
La tragedia es uno de los muchos crímenes recientes de alto perfil presuntamente cometidos por inmigrantes ilegales.
La semana pasada, un migrante ecuatoriano presuntamente violó a una niña de 13 años a la que ató y amordazó en un parque de Queens.
El sospechoso, Christian Geovanny Inga-Landi, de 25 años, cruzó a Eagle Pass, Texas, en 2021 y un juez de inmigración ordenó su expulsión al año siguiente, pero nunca se fue, reveló anteriormente The Post.
El hombre arrestado este mes y acusado de la violación y asesinato de Rachel Morin, madre de cinco hijos en Maryland, es un migrante de El Salvador que cruzó ilegalmente a los Estados Unidos tres veces en dos meses, fue expulsado y luego entró sin ser detectado en su cuarto intento.
