La Fiscalía alemana ha informado este martes de la detención esta mañana de ocho presuntos miembros de una organización terrorista, siete de ellos en Alemania y uno en Polonia, así como de registros en una veintena de propiedades. Las detenciones se produjeron en diversos lugares del este de Alemania, entre ellos Leipzig, Dresde y el distrito de Meißen, en el estado federado de Sajonia. La policia también detuvo a Jörg S., el cabecilla del grupo, en la ciudad polaca de Zgorzelec. Los ocho detenidos, de ciudadanía alemana, son sospechosos de participar como miembros en una organización terrorista nacional.
Según las órdenes de detención, los acusados pertenecen a una asociación fundada en noviembre de 2020 y autodenominada Separatistas sajones, un grupo militante formado por entre 15 y 20 personas cuya ideología se caracteriza por percepciones racistas, antisemitas y en parte apocalípticas. A sus miembros les une un profundo rechazo del orden fundamental liberal democrático de la República Federal de Alemania y, desde el punto de vista de la organización, Alemania está al borde del «colapso» y que el desmoronamiento estatal y social se producirá en un «día x», aún por determinar.
Cuando esto ocurra, la organización quiere conquistar por la fuerza de las armas territorios en Sajonia y en otros estados del este de Alemania para establecer un estado y una sociedad orientados en el nacionalsocialismo. En este estado utópico para la organización, los grupos de personas no deseados deben ser expulsados de la zona mediante una limpieza étnica si es necesario, según puede leerse en la orden de detención.
Una organización paramilitar
Para prepararse contra la inevitable caída del sistema vigente, los miembros de la organización –incluidos todos los detenidos– recibieron repetidamente entrenamiento paramilitar con equipamiento de combate. La organización adquirió, además, material militar.
Los registros en una veintena de propiedades fueron dirigidos también contra otros siete sospechosos de pertenecer o apoyar a la organización terrorista. Además, se llevaron a cabo registros en locales de personas no sospechosas, entre ellos en Viena y en el distrito de Krems, en la vecina Austria.
Para las detenciones y registros practicados en Alemania se desplegaron más de 450 agentes. La ministra alemana del Interior, Nancy Faeser, habló de un «éxito de investigación muy importante» al referirse a la desarticulación del grupo terrorista de militantes de extrema derecha. «De esta manera, nuestros organismos de seguridad frustraron en una fase temprana los planes golpistas de unos terroristas de ultraderecha que ansiaban un día x para atacar a mano armada a la población y a nuestro Estado. El hecho de que recibieran formación en el uso de armas y se procuraran material militar demuestra lo peligrosos que son estos extremistas de derechas», afirmó.