La Administración saliente de Joe Biden ha presentado este martes su plan para el futuro de Gaza una vez dejen de resonar las bombas israelíes en el enclave palestino, a menos de una semana de que tome posesión el próximo presidente de EEUU, Donald Trump. Según ha explicado el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, en un discurso en el centro de ideas Atlantic Council de Washington, este futuro pasaría por un gobierno de la Autoridad Palestina apoyada por la comunidad internacional y por una reunificación con Cisjordania.
«Creemos que la Autoridad Palestina debería invitar a aliados internacionales a ayudar a establecer y dirigir una administración provisional con responsabilidad sobre sectores civiles clave en Gaza», ha explicado Blinken durante su intervención.
La propuesta de Blinken, que será entregada a la próxima Administración de Trump, sienta las bases de un Estado palestino independiente en la línea de lo anunciado por el secretario de Estado saliente en Tokio en noviembre de 2023 y se aplicaría, si así lo considera el futuro inquilino de la Casa Blanca, una vez Israel y Hamás cierren el acuerdo para un alto el fuego.
«Durante muchos meses hemos estado trabajando intensamente con nuestros socios para desarrollar un plan detallado posterior al conflicto que permitiría a Israel retirarse completamente de Gaza, evitar que Hamás vuelva a ocupar el poder y garantizar la gobernanza y la reconstrucción de Gaza», ha detallado el jefe de la diplomacia estadounidense. El plan va en contra de los deseos de algunos ministros del Gobierno israelí, como el titular de Finanzas, Bezalel Smotrich, o el de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, que abogan por volver a ocupar la Franja.
«Hemos dejado claro durante mucho tiempo al gobierno israelí que Hamás no puede ser derrotado solo con una campaña militar (…). Sin una alternativa clara, un plan posconflicto y un horizonte político creíble para los palestinos, Hamás, o algo igualmente aborrecible y peligroso, volverá a crecer», ha destacado Blinken.
Apoyo de la comunidad internacional
Según el proyecto anunciado este martes, aliados extranjeros y la ONU ayudarían a la Autoridad Palestina, que hoy gobierna en partes de la Cisjordania ocupada, a «establecer un gobierno interino» en Gaza y que tendría responsabilidades en sectores civiles claves como la banca, el acceso al agua, la energía y la salud. Este ejecutivo provisional, para el que se pediría financiación a la comunidad internacional, estaría compuesto por palestinos de Gaza y miembros de la Autoridad Palestina escogidos por los ciudadanos del enclave en una «consulta» y acabaría entregando el poder a una Autoridad Palestina «reformada tan pronto como fuera posible».
En paralelo, se debería crear una «misión de seguridad provisional» que garantice las labores humanitarias, la reconstrucción de la Franja y que se encargue de la vigilancia en la frontera para evitar que Hamás sea capaz de recomponer su potencial militar. Esta misión necesitaría del aval de una resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y, según ha explicado Blinken, incluiría a fuerzas extranjeras y a «personal palestino verificado». Países aliados de EEUU ya han trasladado su disposición a «contribuir con tropas y policías«.
Consciente de la complicada implementación de su plan, Blinken ha admitido que será necesario que «todas las partes» reúnan «la voluntad política necesaria para tomar decisiones difíciles y llegar a acuerdos difíciles». Y ha lanzado dos mensajes: la Autoridad Palestina deberá «impedir el regreso de Hamás» e Israel tendrá que «aceptar la reunificación de Gaza y Cisjordania» bajo un mismo liderazgo.
Y a más largo plazo, ha añadido, tanto Israel como la Autoridad Palestina deberían acordar «un camino y unos plazos para formar un Estado palestino independiente», un escenario al que el primer ministro Binyamín Netanyahu se ha opuesto siempre frontalmente.