Desde los atentados de Hamás en Israel hace un año, las autoridades palestinas han reportado más de 14.000 muertes de niños y niñas en Gaza como consecuencia de la ofensiva israelí. Además, en Cisjordania el número de menores asesinados y heridos se ha duplicado, según advierte Save the Children. En este contexto se sitúa el documental ‘Shahid, crecer o morir en Palestina’, dirigido por el documentalista Joan Giralt y el periodista Andreu Merino y que se estrena este miércoles en Movistar+, siguiendo el día a día de tres chicos Nadeem, Mayar y Watan.
El título del documental , ‘Shahid’, significa ‘mártir’, pero también ‘observador’ o ‘testimonio’, que es el papel de Nadeem, un niño de 12 años que observa la destrucción del campo de refugiados donde vive, visita a su tío herido en el hospital y recuerda a su primo en el cementerio. A partir de todas estas vivencias, el documental muestra el mundo emocional y la relación que Nadeem construye sobre el conflicto y su futuro.
En paralelo, Watan y Mayar viven realidades diferentes en otros puntos de Cisjordania, pero todas con la violencia y la incertidumbre como elemento en común. Además de explicar la historia de estos niños a través de su día a día, el documental también muestra eventos como una incursión militar en el campo de refugiados de Yenín, la detención de un menor en una operación del Ejército israelí en un barrio de Jerusalén o la liberación de 150 presos palestinos en Ramala durante el primer alto el fuego entre Israel y Hamás.
Cambiar las cifras por historias
Los directores de ‘Shahid, crecer o morir en Palestina’ buscan alejarse de la cobertura del conflicto impersonal y fría. «Cuando hablamos de víctimas palestinas son cifras y cifras que van creciendo, pero difícilmente les pones una cara, un nombre o una vida«, asegura Giralt. Las vidas que se dan a conocer a través del documental son las de tres niños palestinos, una visión que es difícil de encontrar porque «la mayoría de los testimonios son de adultos y los niños, sobre todo en imágenes, llegan cuando ya están muertos y no sabemos quiénes son o cuál es su historia», apunta Merino.
El documental no se centra en Gaza, sino en Cisjordania que, según Merino, «representa la clave de lo que está pasando entre Israel y Palestina porque es el lugar donde desde hace años Israel intensifica la ocupación militar y vulnera cada día las resoluciones de la ONU«. Además, dentro de Cisjordania el documental se centra en puntos concretos. «Teníamos claro que tenía que aparecer la vida en un campo de refugiados, donde Israel acostumbra a hacer más incursiones, y la realidad de los pueblos rodeados de asentamientos de colonos israelíes«, comenta el periodista.
Sin embargo, estas situaciones de violencia se intercalan en el documental con escenas de inocencia infantil como la de dos niños jugando a canicas en medio de la calle o corriendo bajo la lluvia. Los niños que viven el conflicto desde tan temprano «maduran a marchas forzadas, pero acaban haciendo cosas de niños» dice Giralt.