El socialista danés Dan Jørgensen será el nuevo comisario de Energía, y el primero de Vivienda en la historia de la Unión, tras lograr el respaldo del Parlamento Europeo, en una audiencia en la que se comprometió a poner en marcha “un plan de vivienda asequible” en los primeros días en el cargo.
Las protestas más recientes se han dado en España, pero nuestro país no es el único que se enfrenta a una crisis de acceso a la vivienda. El coste de la vida y, en particular, el precio del alquiler, es una de las principales preocupaciones de los europeos. “Y si les importa a los europeos, le importa a Europa”, aseguró la presidenta de la Comisión, Úrsula von der Leyen, el pasado mes de septiembre cuando reclamó el apoyo de la Eurocámara para repetir mandato, donde se comprometió a crear la cartera de vivienda en su nueva Comisión.
Su futuro titular Jørgensen lamentó durante su audiencia ante el Parlamento que “demasiados europeos tienen problemas para encontrar un piso asequible”, que los precios no han dejado de subir y la situación afecta ya a millones de personas. Una situación que calificó de “inaceptable”.
Buena parte de las competencias en políticas de vivienda las tienen los países miembros y, como en España, en muchos, compartidas entre ayuntamientos, gobiernos locales y nacionales. La UE apenas tiene poco margen de maniobra, pero Jørgensen quiere hacer lo que esté en su mano.
El danés se comprometió a poner en marcha un ‘Plan Europeo de Vivienda Asequible’ para financiar la construcción de nuevas casas en toda la UE. El objetivo es movilizar financiación pública y privada para hacerlo, a través del Banco Europeo de Inversiones, o los fondos de cohesión.
Jørgensen confirmó también que la Comisión se abre estudiar una reforma de las reglas sobre las ayudas de Estado que permitan financiar vivienda social también para rentas medias, expuestas cada vez más a las consecuencias de la crisis. Esto responde a una petición de media docena de países, entre ellos España.
El danés denunció entre los problemas a atajar la especulación y el turismo masivo que ha llevado al incremento notable de los alquileres de corto plazo en las ciudades europeas, reduciendo y encareciendo la oferta.
“La gente con ingresos normales, como enfermeras, policías, profesores, ya no pueden permitirse vivir en esas casas porque se están comprando y utilizando solo para alquileres a corto plazo. Eso no es una forma muy racional y, desde luego, no es una forma muy moral de hacer negocios”, añadió Jørgensen.
Respaldo a los centros fuera de la UE
El martes también se enfrentó al escrutinio de la Eurocámara el austríaco Magnus Brunner, futuro comisario de Interior y Migración. Brunner confirmó que su prioridad será poner sobre la mesa una nueva legislación para acelerar las deportaciones “tan pronto como pueda”, priorizando la cooperación con terceros países para garantizar los retornos.
Preguntado por la posibilidad de establecer centros para hacer efectivas esas expulsiones fuera de territorio europeo, Brunner se mostró dispuesto a hablar con los países miembros “y averiguar cómo podría funcionar este concepto y cómo aplicarlo”. El austríaco añadió, en cualquier caso, que “tendría que hacerse de una manera humana y legalmente sólida”.
Algo que, en vista de la experiencia de Italia, parece poco probable. Sin embargo, el austríaco dijo que hay “hay que estar abiertos a cosas nuevas” y “se puede ganar experiencia” en este ámbito.
La audiencia estuvo marcada por el discurso duro y, a veces desubicado, con el director de Frontex y ahora eurodiputado del Frente Nacional Fabricio Leggeri, atacando a las oenegés, a las que acusa de criminales. También por el malestar de la izquierda ante la confirmación del giro hacia políticas migratorias más duras. “La política migratoria debe ser justa pero firme”, aseguró el candidato.
Otra comisaria que jugará un papel fundamental en este ámbito será la croata Dubravka Šuica, al frente de una cartera dedicada exclusivamente a las relaciones con los países del Mediterráneo. Šuica se comprometió a que todo acuerdo con un tercer país en materia de migración incluya una cláusula de respeto a los derechos humanos, y a dar cuenta de que se cumple ante la Eurocámara.
La Comisión ha sido objeto de las críticas en el pasado por sus acuerdos con Libia, Túnez, Egipto, Turquía, o Mauritania, países de origen o tránsito, para frenar la migración. La croata quiere que el siguiente país sea Jordania y, después, Marruecos.
Medioambiente, Estado de Derecho e Innovación
Esta martes se celebraron también las audiencias del comisario de Justicia, Democracia y Estado de Derecho, el irlandés Michael McGrath; de Empresas emergentes, Investigación e Innovación, la búlgara Ekaterina Zaharieva; y de Medio ambiente, resiliencia hídrica y una economía circular competitiva, la sueca Jessika Roswall.
MacGrath buscó el respaldo de la Eurocámara asegurando que no habrá “dobles raseros” en la aplicación de las normas para garantizar el respeto al Estado de derecho, y Zaharieva se comprometió a reducir la carga administrativa de las PYMES.
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