El huracán ‘Rafael’ tocó tierra en el occidente de Cuba el miércoles por la noche, con una intensidad de categoría 3 (sobre 5) en la escala Saffir-Simpson. Durante su paso por la isla, el ciclón desató vientos máximos sostenidos de 185 kilómetros por hora y lluvias de hasta 200 litros por metro cuadrado, según informa el Instituto Meteorológico de Cuba (Insmet). Por su parte, el Gobierno cubano ha reconocido en su primera evaluación de daños que las afectaciones han sido «muy fuertes», especialmente en las de provincias de La Habana y Artemisa.
El huracán ha devastado viviendas, infraestructuras públicas y cultivos, además de causar graves inundaciones que han dejado varias localidades incomunicadas y han interrumpido el tráfico terrestre, aéreo y marítimo.
‘Rafael’ es el segundo huracán en tocar tierra cubana este año, tras el paso de Óscar que dejó al menos ocho muertos, más de 12.000 viviendas dañadas y 13.000 hectáreas de cultivo con diversos grados de afectación. La llegada de este nuevo temporal representa un golpe adicional para el país, ya afectado por una grave crisis económica y energética que se arrastra desde hace un lustro.
En medio de un apagón total
El impacto del huracán ‘Rafael’ ha llegado en un momento crítico para la población cubana, que se quedó sin suministro eléctrico desde primera hora de la tarde del miércoles. El apagón total del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) es el segundo evento de «cero cobertura energética nacional» en menos de tres semanas.
Aunque el apagón fue causado por los fuertes vientos del temporal, el sistema eléctrico de Cuba se encontraba ya en un precario estado por las repetidas averías en sus obsoletas centrales termoeléctricas y el déficit de combustible, fruto de la falta de divisas para importarlo.
El Ministerio de Energía y Minas aún no ha dado un plazo para la recuperación del servicio, pero ha señalado que «se trabaja en la creación de subsistemas eléctricos en el centro y el oriente de Cuba. En occidente este proceso será más lento, ya que es necesario revisar las líneas y las instalaciones eléctricas». Tras el último apagón, el sistema tardó tres días y en 2022 las tareas para restablecer el SEN llevaron cerca de una semana, debido a la complejidad técnica de la operación hubo y la reparación física de postes y cables.