La Knesset o Parlamento israelí ha aprobado este lunes una ley que prohíbe toda actividad de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados en Oriente Próximo (UNRWA) tanto en Israel como en los territorios palestinos. Desde la organización internacional han advertido de que sienta «un precedente peligroso» y alerta de que «solo profundiza el sufrimiento de los palestinos».
Un total de 92 de los 120 diputados del Parlamento unicameral israelí han apoyado la iniciativa, mientras que diez han votado en contra. A favor de la propuesta han votado también partidos de la oposición como Yesh Atid, el Partido Unidad Nacional o Yisrael Beiteinu, informa el diario israelí ‘Haaretz’.
Tenso debate
La votación ha estado precedida de un tenso debate en el que una de las diputadas del gobernante partido Likud, Tally Gotliv, ha intentado agredir al diputado árabe-israelí Ahmed Tibi cuando tenía estaba en el estrado.
Personal de la cámara ha tenido que sujetar a Gotliv después de que Tibi criticara el proyecto de ley «fascista» contra la UNRWA. «El pueblo palestino será libre de la ocupación», ha afirmado Tibi entre los gritos de diputados derechistas que le instaban a abandonar la Knesset.
Los conserjes de la sala también han intervenido para evitar que llegaran a las manos el ministro de Seguridad Nacional y líder del partido ultraderechista Poder Judío, Itamar Ben Gvir, y el líder del partido socialista y árabe-israelí Hadash-Taal, Aiman Odé. Ambos se han gritado durante la sesión.
«Precedente peligroso»
El comisionado general de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos en Oriente Próximo (UNRWA), Philippe Lazzarini, ha reaccionado a la aprobación de la ley con una advertencia de que supone un «precedente peligroso» y que «solo profundiza el sufrimiento de los palestinos».
«La votación de esta tarde en el Parlamento israelí (Knesset) contra la UNRWA no tiene precedentes y sienta un precedente peligroso. Va en contra de la Carta de la ONU y viola las obligaciones del Estado de Israel según el derecho internacional», ha apuntado en un mensaje en X.
«Si no se da marcha atrás en estas leyes, se debilitará el mecanimos multilateral común que establecimos después de la Segunda Guerra Mundial. Esto debería ser una preocupación para todos», ha añadido.
Lazzarini ha argumentado que «estas leyes solo profundizan el sufrimiento de los palestinos, en particular en Gaza, donde la gente lleva más de un año de auténtico infierno». «Privará a más de 650.000 niñas y niños de educación y pondrá en riesgo a toda una generación», se ha lamentado. «Es un castigo colectivo», ha remachado.
Además se ha lamentado por que esta ley se enmarca en «una campaña de descrédito de la UNRWA para deslegitimar su labor para dar ayuda al desarrollo y servicios a los refugiados palestinos».
En cualquier caso, Lazzarini ha recordado que la expulsión de la UNRWA «no despoja a los palestinos de su estatus de refugiados», protegido por resoluciones de la Asamblea General de la ONU hasta que se alcance «una solución justa y duradera».
Deroga una ley israelí de 1967
El proyecto de ley, impulsado por los diputados Yulia Malinovsky, Dan Illouz y Boaz Bismuth — la primera de Yisrael Beytenu y los otros dos del principal partido de la coalición ultraderechista de Gobierno en Israel, el Likud — impediría efectivamente que la organización opere en territorio israelí y los territorios palestinos al revocar un texto de 1967 que sirvió de base para sus actividades.
Hace unas semanas, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, también solicitó al Parlamento israelí que anulara el procedimiento y recordó a Israel el fenómeno sin precedentes que supondría la prohibición de las actividades locales de una agencia de la ONU por parte de un estado miembro.
Israel, por contra, aduce desde hace años que la UNRWA es una agencia inoperante y, desde el estallido de la guerra de Gaza, cómplice de las milicias palestinas de Hamás en sus ataques al país. La propia Malinovsky denunció, durante la presentación del proyecto de ley, que la agencia «no debería ni existir» e incluso acompañó su propuesta de una solicitud para declarar a la UNRWA como una organización terrorista, finalmente desestimada.
Israel acusó el pasado marzo a «un número significativo» de trabajadores de la UNRWA de «ser miembros de organizaciones terroristas», lo que llevó a 16 países a suspender o congelar los fondos, privando de golpe a este organismo de 450 millones de dólares y poniendo en duda la continuidad de sus operaciones.
Sin embargo, a mediados de abril, la investigación externa encabezada por la exministra de Exteriores francesa Catherine Colonna descartó que las autoridades israelíes proporcionaran pruebas que acreditasen los presuntos vínculos terroristas atribuidos a varios de los empleados de la UNRWA.