El Partido Conservador británico ha elegido este sábado a la exministra de Comercio Kemi Badenoch como su nueva líder. Badenoch, la primera mujer negra en ocupar el cargo, ha logrado el apoyo de 53.806 miembros de la militancia, frente a los 41.388 conseguidos por su rival, el exsecretario de Estado de Inmigración Robert Jenrick. Ligada al ala más a la derecha de su partido, la nueva líder conservadora ha mostrado posiciones duras en contra de las políticas de identidad de género y ha defendido posiciones cercanas al ultraliberalismo económico. Sus principales retos serán unificar el partido tras un largo proceso de primarias y recuperar la confianza de los electores tras la debacle electoral del pasado julio, que provocó la dimisión del hasta ahora líder, Rishi Sunak.
“Nuestro partido es necesario para el éxito de nuestro país. Pero para ser escuchados tenemos que ser honestos. Honestos con el hecho de que hemos cometido errores”, ha dicho Badenoch tras conocer el resultado de la votación. “Ha llegado el momento de decir la verdad, de defender nuestros principios, de planificar nuestro futuro, de reajustar nuestra política y nuestra forma de pensar, y de dar a nuestro partido y a nuestro país el nuevo comienzo que se merece. Es hora de ponerse manos a la obra y de renovarse”, ha añadido.
Primeros pasos
Nacida en Wimbledon –en el suroeste de Londres– en 1980, Badenoch pasó toda su infancia en Nigeria, país de origen de sus padres. A pesar de pertenecer a una familia acomodada en el país africano, la nueva líder del Partido Conservador no tuvo grandes lujos cuando llegó al Reino Unido con 16 años para preparar sus estudios superiores. Llegó a trabajar en un McDonald’s para cubrir sus gastos en la capital británica, un apartado de su currículum que ha explotado electoralmente mucho más que su formación en derecho y en ingeniería informática en la Universidad de Sussex. Fiel admiradora de Margaret Thatcher, Badenoch ha sido muy crítica con la izquierda desde joven y se ha presentado ante el electorado como una mujer hecha a sí misma.
Se sumó al Partido Conservador en 2005 pero no consiguió un escaño en la Cámara de los Comunes hasta 2017, un año después de apoyar públicamente el Brexit. Ocupó puestos de perfil bajo en el Gobierno de Boris Johnson hasta que, en 2022, formó parte del grupo de ministros y secretarios de Estado que renunciaron a su cargo para hacer caer al entonces primer ministro, muy desgastado por el ‘Partygate’ y los escándalos internos. Bajo el ala protectora del exministro Michael Gove, Badenoch concurrió a las primarias ese año a pesar de no haber ocupado cargos tan importantes como sus rivales. Fue eliminada cuando sólo quedaban cuatro candidatos en liza, algo que le sirvió para posicionarse como una de las caras más visibles del partido.
Posiciones políticas
Desde entonces –y hasta la derrota de los conservadores en las elecciones de julio–, Badenoch ha ocupado puestos de responsabilidad en los gobiernos de Liz Truss y de Rishi Sunak, primero como ministra de Comercio Internacional y después como ministra de Negocios y Comercio. Un cargo desde el que ha seguido defendiendo sus inclinaciones políticas, con una posición firme en la llamada “batalla cultural” contra la izquierda y con la defensa de un Estado poco intervencionista en materia económica. Durante el proceso de primarias llegó a calificar de “excesivas” las prestaciones por maternidad, aunque poco después trató de matizar sus palabras y aseguró que su intención era criticar la “excesiva regulación” que sufren las empresas.
Badenoch ha sido criticada por algunos de sus compañeros por su carácter rudo y combativo, así como por la falta de propuestas concretas durante la batalla por el liderazgo del partido. Ella se ha limitado a destacar los errores de sus predecesores, asegurando que “su discurso era de derechas, pero su forma de gobernar era de izquierdas”, y ha insistido en que su principal prioridad es devolver al Partido Conservador a sus raíces. Con la amenaza de una derecha populista en auge, a la nueva líder ‘tory’ le queda mucho camino por recorrer para lograr ese objetivo.