Las previsiones de mal tiempo han obligado a adaptar a última hora las celebraciones de la reapertura de la catedral parisina de Notre Dame, tras cinco años y medio de trabajos, y trasladar todos los actos al interior del templo. «De común acuerdo entre la diócesis de París y la Presidencia de la República, toda la ceremonia tendrá lugar dentro de la catedral», han indicado las dos instituciones en un comunicado conjunto, donde precisan que se prevén rachas de viento de entre 65 y 80 kilómetros por hora en la región.
Inicialmente, el presidente francés, Emmanuel Macron, debía tomar la palabra en la explanada de la catedral pocos minutos después del comienzo de la ceremonia, previsto a las 19.00 horas. Estaba planificado así para tener dos tiempos muy marcados: una ceremonia oficial, política y laica, en el exterior y otra en el interior, más puramente religiosa, con el arzobispo de París, Laurent Ulrich, como protagonista.
Con los ajustes por el mal tiempo, Macron recibirá en la explanada de Notre Dame a los alrededor de 40 jefes de Estado y de Gobierno que acudirán a la ceremonia a partir de las 18.15 horas. La lista incluye a los reyes de los belgas Felipe y Matilde; al presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier; a la primera dama de Estados Unidos, Jill Biden; al jefe de Estado paraguayo, Santiago Peña, o al de la República Democrática del Congo, Félix Tshisekedi.
También estará entre los invitados el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y el próximo inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump, en el que será su primer viaje internacional tras haber ganado las presidenciales estadounidenses de noviembre pasado.
Ambos serán, además, recibidos por Macron sucesivamente en el Elíseo solo unas horas antes, si bien la Presidencia francesa no ha indicado si habrá ocasión para que ambos aprovechen la visita a París para encontrarse y conversar sobre el incierto futuro del apoyo de Washington frente a la invasión rusa.
Otras personalidades han tenido que declinar la invitación a la reapertura, como los Reyes de España, Felipe VI y Letizia, y tampoco estará en Notre Dame el papa Francisco, aunque el arzobispo de París, leerá un mensaje suyo.
Tras los saludos oficiales, Ulrich procederá a la apertura oficial de la catedral -recitando tres salmos y golpeando la puerta con una cruz- y a continuación en el interior tendrá lugar la parte política de la ceremonia, con el discurso de Macron incluido.
Los actos de la reapertura se prolongarán hasta cerca de las 21.00 horas y, según la planificación original, debían dar paso a un gran concierto organizado por la televisión pública francesa en el exterior de la catedral, pero ese plan dependerá también del tiempo.
El del día 8 será un programa más religioso con una misa a las 10.30 horas, en la que se consagrará el altar, a la que asistirán 150 obispos y otros invitados. Por la tarde se celebrará otra misa para 2.500 fieles y vecinos parisinos.