Una tradición periodística se rompe. El prestigioso diario estadounidense ‘The Washington Post’ anunció este jueves que no respaldará a ningún candidato a las elecciones del próximo noviembre en EEUU. «El Washington Post no respaldará a ningún candidato presidencial en estas elecciones ni en ninguna elección presidencial futura». Con esta frase, firmada por Will Lewis, director del periódico, el Post se despide de una tradición que llevaba practicando en desde 1980.
El propio diario en su cuenta oficial de X, antes Twitter, da una explicación sorprendente que señala al propietario del diario y de Amazon, Jeff Bezos, como último responsable de la decisión: «El personal del Post redactó un documento de apoyo a Kamala Harris, pero aún no se publicó, según fuentes que hablaron bajo condición de anonimato. La decisión de no publicarlo fue tomada por el propietario del Post, Jeff Bezos, según las mismas fuentes», explican en el tuit.
El Consejo Editorial del Post ha tomado la decisión, según afirman, con el objetivo de volver a las raíces. Y añaden una reflexión: «Reconocemos que esto se interpretará de diversas maneras, como un respaldo tácito a un candidato, una condena a otro o una abdicación de responsabilidad. Eso es inevitable», indica Lewis.
Sin embargo, añade: «No lo vemos así. Lo vemos como coherente con los valores que ‘The Washington Post’ siempre ha defendido y lo que esperamos de un líder: carácter y coraje al servicio de la ética estadounidense, veneración por el Estado de derecho y respeto por la libertad humana en todos sus aspectos».
Marty Baron, antiguo editor ejecutivo del diario, ha criticado duramente la decisión: «Esto es cobardía, y la democracia es su víctima. Donald Trump verá esto como una invitación a intimidar aún más al dueño Bezos (y a otros). Es preocupante la falta de carácter de una institución famosa por su valentía». Este periódico es actualmente propiedad del multimillonario fundador de Amazon, Jeff Bezos. Cualquier posicionamiento abierto a Harris podría volverse en contra de la multinacional, en unos momentos en los que Trump ha asegurado que su política económica defenderá a las firmas estadounidenses (Amazon) frente a los temibles competidores chinos (Alibaba o Shein, por ejemplo).
En el caso de un triunfo de Trump, se prevé que la futura Administración estadounidense mantenga políticas proteccionistas. Todos los expertos apuntan a que la evolución futura del comercio mundial dependerá en gran medida del resultado de las elecciones. Bezos, como buena parte de las grandes fortunas estadounidenses, apoyan a Trump con la esperanza de que vuelva al proteccionismo agresivo de su primer mandato. En el centro de su política comercial está la propuesta de un arancel del 60% sobre las importaciones chinas y un arancel universal mínimo del 10% sobre todas las importaciones a Estados Unidos. Aunque China seguiría siendo el principal objetivo de sus políticas proteccionistas, el arancel universal afectaría a todas las importaciones, perturbando las cadenas de suministro mundiales. Unos aranceles generales tendrían un impacto en el crecimiento mundial y provocarían medidas de represalia por parte de socios comerciales como la Unión Europea y países del Sudeste Asiático, como Vietnam, India o Tailandia. Eso afectará a Amazon, pero todavía aspira a que Trump adapte ese plan a las necesidades del gigante estadounidense.
Las políticas proteccionistas anunciadas por la vicepresidenta Kamala Harris son menos agresivas, más en la línea de promocionar asociaciones regionales en América Latina y Asia para crear cadenas alternativas a China.