La inflación de Estados Unidos, tema importante de la campaña presidencial, cayó en septiembre respecto al mes anterior, aunque un poco menos de lo esperado, ubicándose en el 2,4% interanual, frente al 2,5% de agosto, según el índice IPC publicado el jueves por el Departamento de Trabajo. En un mes, los precios aumentaron un 0,2%, manteniéndose al mismo ritmo que los dos meses anteriores, de nuevo ligeramente por encima de las expectativas. Los analistas esperaban un aumento interanual de los precios al consumo del 2,3%, según el consenso publicado por MarketWatch, que también preveía una inflación de apenas 0,1% en un mes. A menos de un mes de las elecciones presidenciales del 5 de noviembre, persiste en Estados Unidos una brecha entre los datos estadísticos, que dan cuenta de una situación económica relativamente sana y la sensación de numerosos estadounidenses de un fuerte aumento de los precios en los últimos tres años.