Elon Musk se unió a una llamada entre el presidente electo, Donald Trump, y el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski. Este hecho demuestra la influencia del empresario multimillonario en la administración entrante de Estados Unidos. Musk estaba en la sala cuando tuvo lugar la llamada, según la persona familiarizada con la discusión. Trump puso el teléfono en altavoz para permitir que Musk participara, dijo la persona, que solicitó el anonimato para compartir detalles sobre la llamada privada, informan las agencias internacionales. El gran temor de Ucrania es que Musk decida suspender el servicio de sus satélites para el Ejército de Ucrania, ya que eso supondrá de manera inmediata la incapacidad de Zelenski de hacer frente a la invasión rusa. El fin de la guerra.
La noticia fue desvelada por el diario digital Axios, algo confirmado después por diversos medios estadounidenses. La presencia en la conversación de Musk, el hombre más rico del planeta, aviva los temores ante el papel e influencia que puede tener el magnate tecnológico durante el segundo mandato de Trump.
La posición de Trump con respecto a Ucrania preocupa a los aliados de la OTAN y a Zelenski en particular. Como candidato, Trump llegó a afirmar que resolvería la guerra de Ucrania en un día. La razón es que su aliado Musk tiene el control absoluto de la red de satélites Starlink, lo que le permitiría poner en marcha de manera inmediata el parón de las telecomunicaciones en el frente de batalla, dejando huérfanos soldados de apoyo aéreo, por ejemplo, o incluso la imposibilidad de controlar los drones, claves en los ataques en la guerra de este siglo. Musk ha defendido públicamente que Ucrania debe reconocer la soberanía de la península de Crimea como paso previo para un acuerdo de paz.
La llamada a tres, que se produjo el miércoles, es un signo inequívoco de la influencia de Musk en Trump, cuya escasa formación le hace vulnerable a los consejos de un notable tecnológico como Musk. Se calcula que Musk aportó del orden de 120 millones de euros a la campaña del republicano. Elon Musk ejemplifica a la oligarquía económica que siempre ha defendido situar al frente de la política a empresarios de éxito sin ideología, partidarios de la desregulación extrema y la reducción del papel del Estado en el control de la política económica. Las acciones de la empresa de coches eléctricos Tesla, propiedad de Musk, se han disparado en bolsa tras la victoria de Trump. La empresa ha superado el billón de dólares de capitalización por primera vez desde 2022, ante la perspectiva de que esta empresa y el resto de compañías de Musk vayan a lograr contratos millonarios con la Administración estadounidense.