Las lluvias y vientos del huracán Helene, que asoló el sureste de Estados Unidos en septiembre y provocó más de 230 muertos, fueron un 10% más intensos debido al cambio climático, según un estudio publicado el miércoles. Aunque el porcentaje del 10% «pueda parecer relativamente bajo, es muy importante subrayar (…) que un pequeño cambio en términos de peligrosidad puede suponer realmente un gran cambio en términos de impacto y daños», explicó Friederike Otto, responsable de la red World Weather Attribution (WWA). El estudio afirma asimismo que los combustibles fósiles, principales causantes del calentamiento global, han hecho que huracanes como Helene sean 2,5 veces más probables en esta región. En otras palabras, en lugar de suceder cada 130 años, ahora es probable que se produzcan cada 53 años de media.