Escocia se ha despedido este martes de uno de los políticos más relevantes de las últimas décadas en la nación británica. Los familiares y amigos de Alex Salmond, ministro principal entre 2007 y 2014 y artífice del fallido referéndum de independencia, han asistido a su funeral en una ceremonia privada celebrada en la iglesia de la pequeña localidad de Strichen, en el noreste del país. Salmond falleció de un fallo cardíaco el pasado 12 de octubre, con 69 años de edad, mientras atendía a una conferencia en Macedonia del Norte. Su muerte provocó conmoción entre la clase política, especialmente en el Partido Nacional Escocés (SNP), partido que lideró durante 20 años y que abandonó por la puerta de atrás en 2018.
A pesar de que la ceremonia se ha celebrado en la intimidad, los principales líderes políticos han querido rendir tributo por última vez al exlíder independentista. Entre ellos el actual ministro principal de Escocia, John Swinney, quien ha vuelto a expresar sus condolencias a través de un portavoz. «Los pensamientos del ministro principal y del Gobierno escocés permanecen con la familia y los amigos del señor Salmond», ha asegurado. Salmond fue recordado como un «titán del movimiento independentista» por parte del SNP pocos días después de su muerte. «Su liderazgo puso al SNP en el foco político y en el Gobierno de Escocia», aseguró la formación en un comunicado.
Luces y sombras
El exministro principal lideró el SNP entre 1990 y 2000 y entre 2004 y 2014. Fue en este segundo periodo cuando consiguió sus mayores éxitos políticos, incluida la victoria en las elecciones de 2007, que llevó a los nacionalistas escoceses al Gobierno regional. Bajo su liderazgo, el SNP consiguió capitalizar el auge del movimiento independentista y forzar la convocatoria del referéndum de independencia de 2014. Un referéndum que perdió con un 45% de los votos, frente al 55% que apostó por permanecer en el Reino Unido. Salmond renunció al cargo tras la derrota, pero se mantuvo activo en política en los años siguientes.
Su periodo más oscuro llegó en 2018, cuando se vio obligado a dejar el partido tras ser acusado de violación y de abuso sexual. Unos cargos de los que fue absuelto en 2020 pero que provocaron una ruptura total con su sucesora en el cargo y antigua aliada, Nicola Sturgeon, quien activó una investigación contra él poco después de salir el caso a la luz. «Obviamente, no puedo decir que los acontecimientos de los últimos años que llevaron a la ruptura de nuestra relación no sucedieron, y no sería correcto que lo intentara», aseguró Sturgeon tras la muerte del político. «Sin embargo, sigue siendo una realidad que durante muchos años Alex fue una figura increíblemente significativa en mi vida. Fue mi mentor, y durante más de una década formamos una de las asociaciones más exitosas de la política británica».
Salmond volvió a la política en 2021 con la fundación del partido independentista Alba Party, que ha tratado de hacer sombra, sin mucho éxito, a un SNP en horas bajas. A pesar de su caída en desgracia y de la poca simpatía que despertaba entre muchos de sus antiguos compañeros de partido, entre ellos Sturgeon o el propio Swinney, su muerte ha provocado un reconocimiento casi unánime a su labor política y a su lucha incansable por la independencia de Escocia. Los miembros del Parlamento escocés tienen previsto rendir homenaje a su figura este miércoles, en una moción de condolencia presentada por el actual Gobierno.