El Consejo de Ministros, celebrado este martes 29 de octubre, ha aprobado el nombramiento, a propuesta del ministro de Asuntos Exteriores, de Joaquín María de Arístegui Laborde como embajador en Buenos Aires, según informan fuentes oficiales del Ministerio.
El nombramiento se produce a tan solo 16 días de que se celebre la Cumbre iberoamericana en Ecuador. Con él se da por cerrada la crisis diplomática desatada con el Gobierno de Javier Milei, según apuntan a este diario fuentes diplomáticas. Entonces, José Manuel Albares exigió al ultraderechista argentino que pidiera disculpas por los insultos proferidos contra la esposa de Pedro Sánchez, que, según él, constituían un ataque al Estado español. Ordenó, el pasado 21 de mayo, «retirar definitivamente» a la entonces embajadora, María Jesús Alonso Jiménez. Las disculpas por parte de Milei no se han presentado.
«España y Argentina somos pueblos hermanos, unidos por profundos lazos humanos y sociales. Nuestra lengua y cultura comunes y los importantes intercambios económicos, comerciales y de inversión deben actuar siempre como guía en las relaciones entre nuestros dos países», se lee en un comunicado conjunto de España y Argentina publicado hoy. «La relación entre nuestros gobiernos debe estar a la altura de la intensidad de los vínculos que unen a nuestros pueblos y sociedades. Por ello, nos comprometemos a fortalecer nuestra relación para que alcance el máximo nivel de confianza y respeto mutuo en términos políticos e institucionales que nuestros pueblos merecen».
Un sentimiento en el que ahondó el propio Albares, en unas declaraciones facilitadas por el Ministerio, dando cuenta del nombramiento del nuevo embajador. Un gesto realizado «desde el deseo de alcanzar el máximo nivel de confianza y de respeto mutuo político e institucional entre dos países hermanos que tienen relaciones de enorme intensidad, en primer lugar humanas, lingüísticas, culturas, económicas y comerciales». Porque, ahondó, «las relaciones institucionales deben de estar a la altura de las relaciones humanas que han tejido dos pueblos hermanos como son el español y el argentino».
Con el «horizonte de conseguir la consecución del acuerdo UE- Mercosur y la celebración de la Cumbre Iberoamericana en España en 2026«, Albares jutificó el nombramiento porque «hemos decidido trabajar mirando hacia el futuro y teniendo siempre como guía el bienestar común de nuestros pueblos hermanos».
Un embajador con experiencia en América Latina
Joaquín María de Arístegui es un diplomático con tres décadas de servicio a sus espaldas. En noviembre de 2021 fue nombrado embajador en Bogotá, Colombia. Ha sido embajador en Ginebra (Alterno ante Naciones Unidas y OO. II,), de 2007 a 2009, y en Trinidad y Tobago, Barbados, Santa Lucía, Granada, Surinam, Guayana, San Vicente y las Granadinas y ante la Comunidad del Caribe (CARICOM), según su currículo oficial.
Ha estado destinado en las Embajadas en Bucarest, San Salvador, Bangkok, La Haya y Ginebra (Naciones Unidas y OO. II); también ha sido Cónsul General en Pekín (RP China) y Lyon (Francia). Anteriormente fue Director General de Deportes, en la Secretaría de Estado para el Deporte. Comenzó su carrera en el Comité Organizador de los Juegos Olímpicos de Barcelona, para luego pasar a las Direcciones Generales de Europa, Asia-Pacífico y Relaciones Económicas Internacionales, así como la Oficina del Alto Comisionado del Gobierno para la Marca España. En 2018 fue nombrado Director General de la Oficina de España Global, en la Secretaría de Estado para la España Global.
Escalada diplomática con Argentina
José Manuel Albares ha tenido que encajar duras críticas por la asimetría entre la reacción diplomática a las afrentas del Gobierno argentino, con retirada del embajador, y las de otros países como Venezuela o Israel, que han insultado a ministros y Gobierno sin represalia diplomática.
La tensión con el nuevo Gobierno argentino de Milei comenzó nada más llegar él al poder. España no le felicitó por su victoria, como suele hacer con otros líderes electos. Luego, el ministro de Transportes, Óscar Puente, bromeó con las sustancias que debía tomar Milei y que explicarían su errático comportamiento. Milei respondió con todo, y en comunicados, redes y en sus visitas a Madrid, cargó contra Pedro Sánchez y su mujer, y contra los socialistas.
El pasado 21 de mayo, el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, compareció en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros y anunció que iba a «retirar definitivamente» a la embajadora española en Argentina como represalia contra los nuevos insultos lanzados por el presidente Javier Milei contra el Gobierno de Pedro Sánchez. «Les anuncio que retiramos a nuestra embajadora en Buenos Aires. Argentina continuará sin embajador«, señaló el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, en rueda de prensa tras el Consejo de Ministros.
Era la última de tres medidas inéditas tomadas en tres días: llamada a consultas de la embajadora española (una retirada temporal, pero que ya definió como «sine die»), la convocatoria del embajador argentino en Madrid para exigirle disculpas y la «retirada definitiva» de la jefa de misión y la reducción del rango de representación al de «encargado de negocios», un funcionario de menor categoría. La medida no supone romper relaciones diplomáticas, que requeriría, entre otras cosas, retirar al personal y cerrar la Embajada.