El canciller de Alemania, Olaf Scholz, se ha mostrado este lunes contrario de que un hipotético aumento del envío de armas a Ucrania se haga a costa de recortes en otras partidas presupuestarias, dentro de un aparente pulso político con el ministro de Defensa, Boris Pistorius, y con la responsable de Exteriores, Annalena Baerbock. «Me opongo a derivar (los fondos) de pensiones, a hacerlo mediante recortes a los gobiernos locales, a invertir menos dinero en trenes y carreteras», ha sentenciado el líder socialdemócrata, Olaf Scholz, durante un acto de campaña en la ciudad de Bielefeld, en el centro de Alemania. Scholz, que ha sugerido obtener nuevas partidas de fondo, ha salido al paso de informaciones como las publicadas por ‘Der Spiegel’, que apuntan a presiones de Pistorios y Baerbock para pactar una nueva ayuda armamentística por valor de 3.000 millones de euros antes de las elecciones de febrero. «Si lo haces, hay que decir de dónde sale el dinero», ha zanjado el canciller, durante un evento en el que también ha descartado que Alemania pueda fijarse como objetivo de gasto en Defensa alcanzar el 5 por ciento del PIB reclamado por el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump.