El Gobierno alemán, preocupado por los riesgos de sabotaje y espionaje, decidió este miércoles autorizar a su ejército a derribar drones sospechosos, cuyos sobrevuelos sobre infraestructuras sensibles se multiplicaron en los últimos meses. «No nos dejamos intimidar», afirmó la ministra del Interior, Nancy Faeser, destacando que «desde la invasión de Ucrania por parte de Putin, los drones se utilizan cada vez con más frecuencia». Hasta ahora el ejército alemán solo podía realizar disparos de advertencia si un drone amenazaba una infraestructura crítica en el ámbito de la energía, las telecomunicaciones, el transporte o la industria, limitándose a un papel de apoyo a la policía regional. «En caso de amenaza de un accidente particularmente grave», como poner en peligro vidas humanas o infraestructuras críticas, el ejército estará ahora autorizado a repeler drones que «vuelen ilegalmente», precisó el ministerio. En los últimos meses una serie de sobrevuelos no esclarecidos sobre su territorio mantienen a Alemania en alerta. «Los drones, como instrumento de espionaje y sabotaje, pueden ser un verdadero peligro, especialmente para nuestras infraestructuras críticas», subrayó la ministra.