Irán está dispuesto a negociar con Europa el contenido de su programa nuclear, pero sin «presiones ni intimidaciones». Así lo afirmó este jueves el ministro de Exteriores iraní, Abbás Araghchi, después de su reunión con el director del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi.
Grossi ha realizado esta semana una visita de varios días al país persa ante el empuje diplomático europeo para renegociar un nuevo acuerdo nuclear iraní antes de la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, en enero de 2025. Trump fue, de hecho, el que rompió unilateralmente el anterior acuerdo con Teherán, negociado por la Administración de su antecesor en la presidencia estadounidense, Barack Obama.
Se espera que el nuevo equipo de Trump sea beligerante y duro al extremo contra Irán, y que su Gobierno vuelva a una política de «presión máxima» contra la República Islámica.
«Cualquier diferencia puede ser superada con diálogo y cooperación. Estamos dispuestos a negociar, basándonos en nuestros derechos e intereses nacionales, pero no bajo presiones ni intimidaciones. La pelota está en el tejado de la Unión Europea y de Francia, Alemania y el Reino Unido«, dijo Araghchi. Estos tres últimos países fueron los firmantes del acuerdo nuclear iraní de 2016.
«El hecho de que estemos viendo tantas tensiones regionales e internacionales está haciendo que el espacio que existe para la diplomacia no se agrande, sino que sea cada vez más pequeño», contestó Grossi desde Teherán.
Ataque y respuesta
En los últimos meses, Irán y su archienemigo Israel se han atacado y respondido en varias ocasiones en una espiral de venganza y contravenganza que, aunque no ha desencadenado en una declaración de un conflicto abierto entre ambos, sí ha activado todas las alarmas en Oriente Próximo. Israel, así, ha amenazado con atacar las centrales nucleares iranís, donde según el Estado hebreo, Irán desarrolla su propia bomba atómica. Teherán lo niega.
«Hay una situación de gran tensión, y el programa nuclear iraní está en el centro. Por esto estoy aquí: para trabajar con Irán y encontrar una solución que rebaje estas tensiones. Este es mi objetivo», ha asegurado el director del OIEA, que el jueves se reunió con el presidente iraní, Mesud Pezeshkian; y este viernes ha visitado las centrales nucleares de Fordo y Natanz, donde Irán, durante los últimos años, ha estado realizando sus tareas de enriquecimiento de uranio necesario para desarrollar el arma nuclear.
Estas instalaciones están conectadas —a través de cámaras de videovigiliancia— con el OIEA, institución con la tarea de supervisar que las actividades nucleares iranís son con fines única y exclusivamente civiles.
Grossi se ha quejado en el pasado, sin embargo, de que Irán bloquea y cierra las cámaras del OIEA, y que la institución no es capaz de asegurar que las centrales nucleares iranís solo usan su tecnología para fines civiles y no militares. Irán, también, bloquea el acceso a sus centrales a los inspectores de la organización internacional, vinculada a la ONU.
Natanz es la mayor central nuclear del país persa, y ha sido objetivo de incendios, sabotajes y ‘hackeos’ en el pasado. Teherán ha acusado siempre a Israel, que nunca ha aceptado ni desmentido estar detrás de estos ataques.