La Gobernación de Jerusalén ha anunciado este lunes que cualquier inmueble cuya propiedad no pueda ser demostrada pasará a ser considerada automáticamente tierra de nadie, una medida que afecta en particular a los barrios árabes de la ciudad.
La propia Gobernación ha informado de que ha comenzado a aplicar la medida a Sheij Yarrá y de Yabal Mukaber. Concretamente en el barrio de Al Qanbar y a los terrenos cercanos al muro de separación israelí cerca de Abú Dis. Además han indicado que no se concederán licencias de construcción en estos terrenos, según recoge la agencia de noticias palestina WAFA.
El objetivo es aplicar esta política al conjunto de Jerusalén, con especial atención a la localidad de Silwan, en los barrios de Al Bustan, Batn al Hawa y Ein al Lauza.
Órdenes de demolición
En las últimas horas se han emitido además trece órdenes de demolición correspondientes a otras tantas viviendas propiedad de una misma familia en la localidad de Anata, al noreste de Jerusalén. Estas viviendas pertenecen a hermanos y primos de la familia Al Fuhaidat, que lleva viviendo en la zona desde la década de 1950.
Este mismo lunes fuerzas israelíes han entrado en la localidad de Al Isauiya, al noreste de Jerusalén, y han entregado varias órdenes de demolición.
Desde el inicio de la escalada de violencia tras el ataque de las milicias palestinas gazatíes del 7 de octubre de 2023, las autoridades israelíes han demolido 433 viviendas o instalaciones en la Gobernación de Jerusalén.