Juan Proaño es el director de la mayor y más antigua organización de derechos civiles de los latinos en Estados Unidos, la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC, por sus siglas en inglés). Desde hace casi un siglo, trabajan sin vinculación partidista por garantizar el derecho al voto, la participación política, la igualdad de oportunidades y el acceso a la educación de la población hispana. Pero este año han hecho algo inusual: se han pronunciado sobre la carrera a la Casa Blanca. Y a pesar de su corte conservador, han pedido el apoyo a la candidata demócrata, Kamala Harris. Proaño conversa con El Periódico a dos semanas de las elecciones de EEUU, en la recta final de una campaña que se ha centrado en la inmigración alimentando el discurso del odio. El voto latino volverá a ser decisivo por ser el grupo demográfico que más crece en EEUU: representan un 19% de los ciudadanos estadounidenses pero, distribuidos de forma desigual, en algunos estados rozan el 50%.
La campaña está muy enfocada en inmigración. ¿Está EEUU en un momento crítico por la llegada de migrantes?
La campaña se está centrando en los migrantes porque Donald Trump los está instrumentalizando. El sistema migratorio de EEUU tiene 40 años y está obsoleto y ni la Administración de Biden, ni la de Trump, Obama o Bush lo solucionaron. La diferencia entre Trump y Biden es que Trump exigió a México que se quedará con los inmigrantes que llegan de todo el resto de Latinoamérica mientras que Biden respetó el derecho a pedir asilo. Además, Biden no ha conseguido reformar el sistema, pero consiguió que el Congreso llegara a un borrador de consenso para una nueva ley migratoria, más restrictiva que la actual. Pero Trump pidió a los republicanos que no lo aprobaran porque porque primaron sus intereses partidistas.
¿Y cuál es ese punto de consenso entre republicanos y demócratas?
Tanto republicanos como demócratas se están acercando mucho al discurso de Trump que en 2016 no era aceptable, como que los migrantes son traficantes, asesinos, violadores, que a EEUU llega lo peor de cada país… Ahora los dos partidos reconocen que hay que cambiar las normas migratorias y tanto Donald Trump como Kamala Harris quieren cerrar la frontera, frenar en seco el flujo de inmigración. Lo que se debate es qué hacemos con los migrantes que ya están aquí (en EEUU). Trump quiere deportarlos a todos.
Son más de 12 millones de migrantes. ¿Tiene capacidad para deportarlos?
Surgen muchas preguntas: la primera es cómo los va a encontrar, a cuántos va a deportar y a dónde los va a mandar. Muchos latinos en situación irregular tienen un trabajo, pagan impuestos, se han comprado una casa, están casados a menudo con personas estadounidenses, tienen hijos que han nacido aquí y por tanto son ciudadanos americanos. Nuestra mayor preocupación en estas elecciones es, si Trump llega a la Casa Blanca, qué políticas y qué fuerzas del orden va a poner para esto. ¿Va a entrar con el Ejército y separar y deportar a estas familias?
¿Usted cree que lo haría?
Si crees que va a cumplir con su promesa electoral de bajar los impuestos, también debes creer que va a hacer una deportación masiva de migrantes. Lo que la gente no sabe es que entre esos 12 millones de «personas no autorizadas» se incluyen también demandantes de asilo, como las personas que llegaron huyendo de la guerra de Ucrania o Afganistán. Y Trump está argumentando que estos pueden ser deportados también. El peligro es que haya mucha violencia después de la elección. Ya sucedió en El Paso, Texas, en 2019, cuando hubo un tiroteo masivo contra latinos especificamente que dejó 23 muertes, un crimen de odio que el atacante justificó como tal en redes sociales.
¿El voto latino puede marcar la diferencia?
Sí, y por eso están intentando desmovilizarlo. El argumento de que los demócratas han registrado votantes que no son ciudadanos americanos ha sido una excusa para la represión e intimidación de estadounidenses que sí tienen derecho a votar, particularmente latinos y afroamericanos. Por ejemplo, entraron en casa de una voluntaria de LULAC en Carolina del Norte para ver lo que estaba haciendo, registraron sus listas de votantes. Es una purga de votantes indeseados. La mentira es la excusa para reprimir el voto. Las personas tienen mucho miedo de ir a votar, porque temen que les fichen y manden a la cárcel a sus familiares indocumentados, algo que no pasaría. Va a ser mucho más difícil si Trump es presidente, pero nosotros vamos a seguir luchando por los derechos de los latinos de todos modos.