El ‘modelo Albania’ de Giorgia Meloni tampoco gusta a Kosovo. Así lo ha comunicado el primer ministro Albin Kurti, quien ha informado de que Pristina no está dispuesta a la creación en su territorio de centros para procesar las solicitudes de asilo de migrantes fuera de la Unión Europea (UE), como ha hecho Italia en Albania.
La toma de postura del mandatario balcánico llega después de que, en los últimos días, circulara la información de que otros líderes europeos estarían estudiando la posibilidad de crear centros similares en otros países extraeuropeos de la región. De hecho, ya 11 países europeos y la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, han mostrado interés por la iniciativa italiana.
Este plan, sin embargo, ha sido rechazado completamente por Kurti quien ha considerado que de esta manera no es posible garantizar plenamente que se respeten los derechos de los migrantes. «¿Cómo podemos garantizar así que los derechos de estas personas encarceladas sean respetados?», se ha preguntado, retóricamente, el político kosovar. «Creo que estos centros pesarían sobre la conciencia de los Balcanes y de la UE», ha añadido, en entrevista con el medio europeo Euroactiv.
Carrera de obstáculos
Estos migrantes «son seres humanos que necesitan ser cuidados», ha recordado el mandatario kosovar. Es importante que la cooperación entre la UE y los Balcanes «no dañe la democracia o la seguridad en la región», ha añadido.
Las declaraciones del líder balcánico también se producen en medio de una tormenta política y judicial en Italia. De hecho, los dos centros creados de identificación y expulsión están ahora vacíos, después de que la semana pasada un tribunal de Roma invalidara la decisión del Gobierno italiano de transladar allí a un primer grupo de migrantes.
Un duro revés al que la primera ministra italiana respondió el lunes con la convocatoria de un Consejo de Ministros urgente durante el cual se aprobó un decreto-ley mediante el cual el Gobierno italiano quiere forzar a los jueces a aceptar su decisión, lo que ya provocó quejas de la oposición y del propio poder judicial. La nueva legislación de Meloni prevé una lista de 19 países considerados «seguros» por Italia, que facilitaría las expulsiones.
Inodoros
Sin embargo, el enredo jurídico en Roma que se avecina parece ser mayúsculo. De hecho, según diversos juristas, el nuevo decreto podría quedar en papel mojado. La razón es que los jueces pueden encomendarse a la justicia europea y el derecho europeo prevalece sobre el italiano.
Este panorama se desarrolla mientras, tras meses de retrasos en la construcción del complejo, su mantenimiento también sigue encontrando problemas y suscitando polémicas. Los últimos en quejarse han sido los agentes de la policía italiana desplegados, quienes han denunciado «la vergüenza» de los alojamientos donde han sido colocados. «Falta incluso la escobilla del inodoro», han denunciado, según una información publicada por el diario italiano ‘La Stampa’.
