Unos se van, y otros llegan. El Gobierno de Ucrania se ha ofrecido en las últimas horas a llenar el vacío que podría dejar Rusia en el abastecimiento alimentario de Siria. Vitaliy Koval, ministro de Agricultura, ha manifestado la disposición del país eslavo a «suministrar» sus alimentos al estado árabe si era «necesario», poco después de que dos mercantes rusos que tenían previsto descargar grano en puertos sirios desistieran de su objetivo y se dirigieran a otros puertos. Paralelamente, la Comisión Europea ha anunciado la apertura de un puente aéreo para suministrar toneladas de ayuda sanitaria de emergencia y suministros esenciales.
«Creo que nadie va a atreverse a suministrar trigo a Siria en las actuales circunstancias», ha admitido a Reuters una fuente rusa próxima al Gobierno. De los dos buques mencionados, uno, el ‘Alpha Hermes’, de 140 metros de eslora, ya había encontrado un mercado alternativo para su carga y navegaba este viernes hacia el puerto de Alejandría, en Egipto. El segundo, ‘Mikhail Nenashev’, de 170 metros de eslora, permanecía detenido a medio camino entre la costa siria y la isla de Chipre.
La estrecha alianza entre el depuesto régimen de Bashar el Asad y el Kremlin incluía el suministro de alimentos, gracias a la condición de Rusia, como una de las principales potencias agrícolas del mundo. La institución encargada de las adquisiciones en el país árabe era el denominado Establecimiento General para el Procesamiento y Comercio de Cereales (Hobob), aunque para evitar las sanciones, las adquisiciones se realizaban a través de una red de intermediarios. Con la llegada de nuevas autoridades al poder en Damasco, es una incógnita si dicha institución se mantendrá, o si será creado un nuevo organismo encargado de este comercio de primera necesidad. Según ha afirmado una fuente local a la agencia británica de noticias, la ausencia de pago abrió la posibilidad de que la carga, consistente en 66.000 toneladas métricas de trigo entre ambos navíos, fuese revendida a un comprador diferente.
Estrechar relaciones
La pérdida del mercado sirio no constituiría ningún cataclismo para la industria agropecuaria rusa. En el presente ejercicio, ha recibido 300.000 toneladas de trigo, ocupando el lugar 26º en la lista rusa de clientes. Para Siria, eso ya es harina de otro costal, habida cuenta de que la guerra ha mermado sensiblemente su capacidad de producción, estimada en cuatro millones de toneladas al año. «Donde hay dificultad, tenemos que estar allí con nuestra comida; estamos dispuestos a suministrarla si Siria lo necesita«, ha declarado Koval a Reuters. El gesto se enmarca en un deseo general de las autoridades de Kiev de estrechar relaciones con los nuevos gobernantes de Siria: «Estamos preparados para allanar el camino y permitir el total restablecimiento de nuestras relaciones y reafirmar nuestro apoyo al pueblo sirio», ha proclamado Andriy Sibyha, ministro ucraniano de Exteriores.
Similar actitud, aunque con mayores dosis de prudencia, han adoptado los 27. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha asegurado que el colapso del régimen de Damasco ofrece «una nueva esperanza al pueblo sirio». Y ha justificado la decisión europea de establecer un puente humanitario debido a los «riesgos y dificultades» de «este momento de cambio». En una primera entrega, serán enviadas 50 toneladas métricas de existencias de material sanitario almacenadas en Dubai y trasladadas por vía aérea al aeropuerto de Adana, en el sur de Turquía. Una segunda carga de 42 toneladas será transportada desde Dinamarca al mismo aeródromo y distribuida posteriormente por UNICEF. Von der Meyer tiene previsto viajar al país anatolio el próximo martes para tratar con las autoridades locales la distribución de la ayuda.
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