La Comisión Europea aumenta la presión a Apple para que abra el sistema operativo de los iPhone a sus rivales, haciéndolo así más compatible con los auriculares, relojes inteligentes y otros dispositivos de la competencia.
El brazo ejecutivo de la Unión Europea (UE) publicó el miércoles un comunicado en el que pide al gigante tecnológico californiano que ofrezca más y mejor información a los desarrolladores externos para acceder a las prestaciones de los sistemas operativos iOS e iPadOS, el que usa la tableta de la marca, y que garantice un «trato justo» de esos requerimientos.
De esta manera, Bruselas quiere que Apple acate los criterios de interoperabilidad establecidos por la Ley Digital de Mercados, su pionera y controvertida regulación antimonopolio con la que quiere limitar el poder de las Big Tech estadounidenses.
En la práctica, eso supondría que, por ejemplo, los usuarios con teléfonos móviles del sistema operativo Android puedan usar Siri, el asistente virtual de Apple, o trasferir archivos desde sus dispositivos a los iPhone como si ambos tuviesen acceso a la función de AirDrop, hasta ahora únicamente accesible para los clientes de la firma de la manzana.
Apple acusa a Meta
La aprobación de la Ley de Mercados Digitales ha abierto un importante conflicto entre la UE y Apple, que asegura que su sistema cerrado ofrece un mejor servicio a los clientes y denuncia que la regulación les obligará «a abrir sus dispositivos —y sus datos más sensibles— a empresas con un historial de violación de su privacidad«.
Las quejas de Apple apuntan directamente a Meta, el gigante de las redes sociales que posee Facebook e Instagram, y la compañía que más solicitudes ha presentado para acceder a su tecnología. «Meta pretende alterar la funcionalidad de un modo que suscita preocupación por la privacidad y la seguridad de los usuarios», ha afirmado la compañía. «Estos procesos perjudicarán la innovación: las empresas deberían poder competir entre sí para hacer que sus propios productos funcionen juntos de nuevas formas que beneficien a los usuarios sin regalar sus ideas a los competidores».
Por su parte, Meta ha acusado a Apple de incurrir en prácticas anticompetitivas al perjudicar el negocio de terceros con sus funciones y con las tarifas que impone a los desarrolladores de aplicaciones, una posible infracción de la ley que Bruselas ya investiga.