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La tensión acumulada alrededor de los controles policiales en la Verja de Gibraltar parece a punto de desbordar. El inspector español jefe del puesto fronterizo ha presentado una denuncia en la sede de los juzgados de La Línea de la Concepción porque, según su parecer, se está violando la legislación europea de fronteras Schengen; se le ha ordenado no hacer controles exhaustivos ni sellar los pasaportes de los británicos que pasan a España desde la colonia.
El oficial, que prefiere mantener el anonimato, afirma a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA que se le está presionando para que no cumpla la normativa y mire para otro lado. Alega que ha presentado la denuncia (que ha sido adelantada por Europa Sur) para defenderse y que no le caiga a él la culpa en caso de que haya un problema de seguridad; que le imputen en caso de incidente por no haber revisado los documentos con el celo requerido. Según su testimonio, hay una orden verbal que nadie ha querido poner por escrito de flexibilizar la entrada a través del puesto fronterizo.
Desde el Ministerio de Interior, se le quita hierro al asunto: «Confirmamos que la situación en la frontera cumple la legislación y no se está produciendo ningún problema de seguridad», afirman desde su servicio de prensa a este diario. El Ministerio de Exteriores no ha atendido a la petición de información.
“El Gobierno de Gibraltar es consciente de que un mismo agente de la Policía Nacional española en la frontera ha tomado medidas para contravenir las disposiciones transitorias acordadas entre los Gobiernos de España, el Reino Unido, la Unión Europea y Gibraltar”, aseguran por su parte fuentes del Gobierno de la colonia. Esas fuentes afirman que estas “disposiciones” permiten “tanto a España como a Gibraltar” no exigir a las personas que muestren sus pasaportes si permanecen en el Peñón o en España.
España y Reino Unido acordaron en la Nochevieja de 2020 intentar negociar un tratado que defina las relaciones entre Gibraltar y la Península tras la salida de la metrópoli de la colonia de la Unión Europea. El objetivo es derribar la Verja, la línea de separación que separa ambas zonas, para permitir el tráfico fluido de personas y mercancías y una “zona de prosperidad compartida”. Los controles deben llevarse entonces al puerto y aeropuerto de Gibraltar. El texto no se ha logrado en estos tres años de negociaciones.
Entradas de militares en España por Gibraltar
El jefe del Puesto Fronterizo de La Línea de la Concepción apunta a dos situaciones de riesgo potencial.
La primera es el control de los militares que pasan los controles como civiles. Solo en este año han detectado “unas 140 entradas de militares sospechosos”. El más clamoroso ocurrió el pasado mes de marzo. Las autoridades españolas “expulsaron” de vuelta a Gibraltar a cuatro militares británicos, tras detectar que habían entrado en España de forma irregular. Según pudo saber entonces EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, no es solo que los hombres entraran desde la colonia como turistas, y únicamente tras ser inquiridos por la Policía mostraran su documentación militar; es que entraron y salieron en hasta tres ocasiones en el espacio de unas horas, antes de ser descubiertos. Lo hicieron a pie y en grupos de dos.
La cuestión de los controles de los soldados y mercancías británicos que entran y salen en las bases militares del Peñón es uno de los asuntos más espinosos de las negociaciones entre Madrid, Londres y Bruselas para conseguir un Tratado que defina el encaje de Gibraltar en Europa tras el Brexit.
Controles de pasajeros desde Gibraltar a Málaga
El otro foco de tensión es el paso indiscriminado de los pasajeros de los vuelos que se desvían desde Gibraltar a Málaga cuando hay condiciones de mal tiempo. La pasada Semana Santa, por ejemplo, varios aviones desde y hacia el aeropuerto de Gibraltar (de pista relativamente corta y peligroso en condiciones adversas) fueron desviados al aeropuerto de Málaga (más grande). Eso implicó dejar paso a “unas 4.000 personas” a espacio Schengen sin poder verificar su identidad fielmente, y todo, siempre según el testimonio del agente, en plena alerta terrorista sobre objetivos británicos.
El jefe policial ha dejado por escrito todo esto en varias notas internas a sus superiores. A principios de octubre incluso ordenó a sus subordinados del Puesto Fronterizo de La Línea de la Concepción que comenzaran a aplicar “lo establecido en el artículo 11 del vigente Código de Fronteras Schengen”, es decir, que se estampara el sello que corresponda en los pasaportes de los ciudadanos originarios de Gibraltar, “al igual que se viene realizando con el resto de ciudadanos de terceros estados”, según comunicaciones a las que tuvo acceso este diario. Ese cambio provocó entonces largas colas en el tránsito fronterizo. Todos los días, unos 15.000 ciudadanos pasan desde La Línea hacia Gibraltar para trabajar y, a la inversa, miles de gibraltareños (llanitos) y británicos cruzan a sus residencias o por ocio hacia España.
Se está pendiente también de que entre en vigor el nuevo sistema europeo llamado Entry Exit System, que debe digitalizar y centralizar toda la información de las fronteras Schengen de toda la Unión Europea. Aunque debería haberse puesto en marcha ya, ha sido aplazado sin fecha.
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