El líder ruso Vladímir Putin tocó muchos temas relevantes durante su jornada maratoniana de preguntas de la prensa de este jueves, mayoritariamente rusa. El acto, el gran día de atención para el mandatario, duró alrededor de 4 horas y media. Según algunos medios estatales, un evento así no duraba tanto desde 2013. Durante la rueda de prensa respondió a 76 preguntas y los ciudadanos rusos enviaron cerca de 1,5 millones de mensajes enviando preguntas y peticiones para el presidente ruso.
«Llegamos a Siria hace 10 años para que no se creara allí un enclave terrorista, como lo que hemos visto en otros países, por ejemplo en Afganistán. En general, hemos logrado nuestros objetivos«.
Siria fue el gran aliado de Rusia en el Mediterráneo y Bashar el Asad, el rostro que personificaba la alianza. Rusia apoyó desde 2015 al autócrata en la guerra civil siria. Moscú en todo momento consideró que aquellos que querían deponer a Asad eran terroristas, un discurso que moderó cuando llegaron al poder. Desde entonces el Kremlin ha buscado negociar mantener su base aérea en Jmeimim, al noroeste del país, a pesar de que quien controla el país ahora es el grupo islamista suní Hayat Tahrir Al Sham – organización prohibida en Rusia y considerada terrorista por Moscú y otros país-.
«No había carreteras normales en la región de Lugansk mientras eran parte de Ucrania. Ahora todas las carreteras están en perfecto estado en la región, los residentes están agradecidos».
En los territorios ocupados y anexionados de Ucrania Rusia buscó desde su conquista una imagen de normalidad y prosperidad, especialmente en ciudades como Mariúpol, donde barrios enteros quedaron devastados. A pesar de la prisa que Moscú mostró en reconstruirla, muchos habitantes se quejan de la mala calidad de los interiores de los edificios.
«Para mantener la población actual necesitamos aumentar los nacimientos al menos hasta 2,1 (bebés por mujer). (…) Necesitamos más chicas«.
Rusia sufre un problema demográfico y ha visto como ha menguado la cantidad de mujeres en edad de formar una familia. Las principales razones para esta bajada en la natalidad rusa, son la migración, las dificultades económicas y la guerra. Las previsiones pronostican que la población total del país pasará de los 144 millones actuales a los 121,3, según datos de las Naciones Unidas.
«Entre los que ya no viven, a Putin le gustaría reunirse con el canciller alemán Helmut. Hablando con el canciller alemán Helmut Kohl, recuerdo muchas conversaciones con él, fueron útiles».
Putin recordó a aquellos líderes con los que tenía buena sintonía, en especial a aquellos que ya fallecieron. Es el caso del expresidente francés Jacques Chirac, del que dijo que era un «enciclopedista» y el ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi. De los que están vivos Donald Trump y Xi Jinping son algunos de los que mencionó durante la rueda de prensa.
«Hagamos un experimento, un duelo, elijamos un objetivo en Kiev, llevemos allí las defensas aéreas occidentales y veamos si son capaces de interceptarlo», apostilló.
El presidente ruso aprovechó para sacar pecho y desafiar a Occidente con el misil Oreshnik, un arma recientemente incorporada al arsenal ruso. Apuntó que el armamento de la OTAN «no tiene ninguna posibilidad» de interceptar el nuevo misil balístico, que usó recientemente en territorio ucraniano.